Una cita color de rosa en la Casa Blanca
Hay dos personas contentas con la elección de indumentaria de la reina Letizia en su reciente viaje a Estados Unidos. La primera es Matilde Cano, una cordobesa especialista en trajes de “madrina, novia y fiesta”, según reza en su propia web, que ha entrado en el armario real gracias al vestido de lunares que Letizia estrenó el lunes en San Antonio (Texas) para asistir a la inauguración de una exposición de maestros de la pintura española. La otra persona es Michael Kors, un diseñador estadounidense famoso por sus bolsos quieroynopuedo, que gracias a que la Reina eligió uno de sus vestidos para su cita en la Casa Blanca, ha logrado reposicionar su firma en el mercado español. Letizia quiso hacer un guiño a la moda estadounidense como deferencia al país visitado, pero el vestido rosa, recto y con el adorno de tres pares de grandes botones bordeando unos bolsillos imaginarios, tenía, sin embargo, un gran inconveniente: ya lo había lucido hace un año, en tono azul, la primera dama de Estados Unidos. Si no querías duelo, toma dos tazas. Para su encuentro con Letizia, Melania
Trump estrenó un vestido de fondo caqui con grandes flores estampadas, diseño de Valentino.
Quizá la Reina, o quien ejecuta las indicaciones que ella da para que le organicen la maleta, debía de haber repasado las fotos de Melania. O, para evitar riesgos, haber optado por un diseño a medida de Delpozo –la firma que triunfa en Estados Unidos gracias a los diseños del catalán Josep Font– que
Melania ha vestido en varias ocasiones y Letizia sólo en una. Aunque llegar a la Casa Blanca con el vestido de Matilde Cano hubiera sido un puntazo. Los lunares y los volantes son más españoles que la tortilla de patata, aunque Letizia tiene poco apego a esos guiños en su vestuario. En alguna ocasión, ha usado un mantón de Manila, como tal o convertido en falda y vestido, pero sin abusar.
Quien ya no debe de estar tan contento es Felipe Varela, que fue diseñador de cabecera de la primero princesa y ahora Reina y cuya estrella parece ya errante. Su omnipresencia en el vestidor real se ha convertido en testimonial y ya solo salen del armario algunos modelos comodín como el vestido de tweed blanco que la Reina llevó el sábado en Nueva Orleans.
El resto del vestuario que la reina Letizia ha lucido en su viaje por Estados Unidos –excepto un conjunto de jersey y falda con dibujos geométricos de Hugo Boss– llevaba cosida la etiqueta de Carolina
Herrera, la diseñadora venezolana afincada en Nueva York y convertida en exitosa firma de moda y perfumes gracias a la empresa catalana Puig.
La Reina corona los vestidos de verano como uniforme en su viaje a Estados Unidos. En su cita con Melania lució un modelo que la primera dama llevó hace un año