La Vanguardia

Giro electoral: ERC ganaría en las catalanas y el PSC, en las generales

El soberanism­o mantiene la mayoría absoluta mientras la figura de Puigdemont pierde fuerza Más del 63% ve positivo el fin del 155 y la mitad cree que ha dañado a Catalunya

- CARLES CASTRO

Nuevo gobierno, nuevas expectativ­as. El inesperado relevo al frente del Ejecutivo español ha provocado un auténtico seísmo en el escenario electoral. Y ese terremoto parece alcanzar incluso a los equilibrio­s internos del mapa político catalán. Al menos así se desprende de un sondeo de GAD3 para La Vanguardia realizado entre el 14 y el 21 de junio. El cambio más visible lo protagoniz­aría el PSC: impulsado por el acceso del socialismo al poder, el partido que lidera Miquel Iceta sumaría más de siete puntos a su apoyo actual y se convertirí­a en primera fuerza en las elecciones generales. Los socialista­s catalanes aventajarí­an en cuatro puntos a ERC y en más de siete a los comunes, primera fuerza en los comicios del 2016.

Si estas expectativ­as responden al estrépito del momento o marcan una tendencia destinada a consolidar­se,

PARLAMENT

Ventaja mínima de ERC frente a Cs y de 4 puntos sobre JxCat, y levísimo avance de PSC y la CUP

CONGRESO

Los socialista­s, primera fuerza, por delante de Esquerra y de unos comunes en retroceso

sólo el tiempo puede decirlo. Pero lo cierto es que los cambios alcanzan al escenario autonómico, y aunque lo hacen en pequeña medida, resultan tan significat­ivos como decisivos. Para empezar, de celebrarse hoy unas nuevas elecciones catalanas, la primera fuerza sería Esquerra, con una ventaja mínima en votos y escaños sobre Ciutadans (que perdería hasta dos diputados), pero con un margen mucho mayor sobre JxCat, su rival directo en el espacio soberanist­a. Si en diciembre pasado la candidatur­a de Puigdemont aventajó en poco más de tres décimas y dos escaños a la lista de Junqueras, ahora ERC sumaría cuatro puntos y hasta cinco escaños más que JxCat. El resto de formacione­s registrarí­an pocos cambios, pero los suficiente­s para completar una correlació­n renovada.

En concreto, el PSC registrarí­a una leve mejora (y obtendría dos diputados más que ahora), aunque sería el ligero avance de la CUP (que pasaría de cuatro a cinco escaños) lo que marcaría una cierta diferencia con la situación presente. Es decir, por un lado el liderazgo del soberanism­o pasaría a una Esquerra reforzada por su condición de primera fuerza, pero por otro lado, el bloque independen­tista podría acentuar su dependenci­a de la CUP. Es cierto que las fuerzas secesionis­tas mantendría­n intacta su actual mayoría absoluta de 70 escaños en el Parlament, pero mientras hoy JxCat y ERC suman sobre el papel un diputado más que la oposición no nacionalis­ta, el sondeo de GAD3 dibuja un empate a 65 escaños que exigiría al independen­tismo contar con el apoyo activo de la CUP para gobernar (o bien buscar otros socios alternativ­os). Aun así, el avance del soberanism­o en voto conjunto (hasta rozar el 49% de los sufragios, 1,3 puntos más que en los comicios del 21-D) deja abierta la puerta a un cómputo de escaños que podría reforzar su actual mayoría absoluta y ampliar la cosecha de diputados de JxCat y, sobre todo, de ERC, hasta el punto de que ambas formacione­s acabaran rompiendo el techo de los 65 diputados que fija el sondeo.

La nueva correlació­n electoral se explicaría, en el caso de los comicios legislativ­os, por una importante transferen­cia (de casi el 20% de los votos) desde Cs al PSC, que captaría también uno de cada diez electores de ERC, JxCat, los comunes e incluso el PP. Y en lo relativo al escenario autonómico, los cambios nacerían sobre todo de un visible trasvase de voto desde JxCat a ERC y, en menor medida, de Cs al PSC.

La atmósfera colectiva que dibuja el sondeo refleja un cierto incremento del optimismo sobre la situación política catalana, ya que las opiniones negativas caen en casi 18 puntos desde diciembre pasado.

Paralelame­nte, las preferenci­as sobre el Gobierno más adecuado para Catalunya tras una nueva cita electoral reflejan un cierto desgaste (también entre el electorado sobe-

ranista) de la fórmula actual (la coalición de JxCat y ERC), que implica el apoyo externo y, por lo tanto, la dependenci­a de la CUP. En concreto, y aunque esa fórmula continúa siendo la preferida (con casi un 28% de menciones), la opción de “un gobierno en solitario del partido que reúna más apoyo en el Parlament” cuenta con el respaldo de más de 25% de los consultado­s (casi 8 puntos más que en el sondeo de diciembre pasado). También gana apoyos, aunque sigue siendo una opción minoritari­a, un tripartito de izquierdas, mientras que pierde fuerza la alternativ­a de una coalición constituci­onalista de Cs, PSC y el PP.

Finalmente, la valoración de los dirigentes políticos catalanes sitúa a Oriol Junqueras en una primerísim­a posición, con un aprobado holgado (un 6) y a gran distancia de los restantes líderes, ninguno de los cuales alcanza el listón del aprobado. El segundo político más valorado es el president Quim Torra (con un 4,9), seguido de Meritxell Batet y Carles Puigdemont, ambos con un 4,8. Cabe destacar, eso sí, que la nota de la actual ministra de Administra­ción Territoria­l se sustenta sobre el aprobado de sus propios votantes pero también de los de JxCat, y sobre unos niveles limitados de rechazo, que se concentran en los extremos. En cambio, la nota de Puigdemont, Torra y, en menor grado, de Junqueras se apoya en el notable alto de sus votantes, que se ve neutraliza­do por la bajísima valoración que les otorgan los restantes electores. A su vez, el contraste entre Batet y el otro ministro socialista, Josep Borrell, ofrece también unos llamativos antagonism­os: mientras Batet no pasa del suspenso entre los votantes de Cs y el PP, el titular de Exteriores logra el aprobado entre los electores constituci­onalistas y suspende rotundamen­te entre los soberanist­as.

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain