La Vanguardia

Sánchez y Macron piden centros en la UE de reparto de migrantes

España y Francia coordinan estrategia­s ante la cumbre de hoy en Bruselas

- EUSEBIO VAL París. Correspons­al

Si Emmanuel Macron buscaba un socio entusiasta y fiable para sus ideas sobre el control de la inmigració­n en la UE y la cooperació­n reforzada entre los países del euro, ayer lo encontró en Pedro Sánchez. El nuevo jefe del Gobierno español, en su primera visita al extranjero desde que asumió el cargo, expresó en París una sintonía absoluta con el presidente francés, quien no escondía su satisfacci­ón por haber hallado un aliado tan bien dispuesto en el complicado panorama europeo actual.

Ante la cumbre informal de hoy en Bruselas de una parte de los líderes europeos, España se suma, por tanto, a las propuestas francoalem­anas para superar la crisis migratoria, entre las que se incluye la creación de “centros cerrados” para los recién llegados, en los que se procederá, bajo supervisió­n de la ONU y de organizaci­ones humanitari­as, a cursar las peticiones de asilo, repartir a los que les sea concedido ese estatus y repatriar al resto. En paralelo, París, Berlín y Madrid también quieren que haya centros para migrantes en los países de tránsito, tal como plantea el presidente de la Consejo Europeo, Donald Tusk.

Macron y Sánchez almorzaron en el Elíseo, durante casi dos horas, y luego comparecie­ron ante la prensa. El presidente francés se apresuró en describir el tono de la reunión. “Compartimo­s la misma visión de Europa y la voluntad de reformarla”, dijo. A Macron le viene de maravilla la ayuda de Sánchez. La canciller Angela Merkel sigue siendo su aliada indispensa­ble y la más importante, por el peso de Alemania y por motivos históricos, pero su gran debilidad interna la ha convertido en un socio precario. Macron ha tenido roces muy graves con el nuevo Gobierno italiano, cuyas posiciones sobre Europa han dado un giro radical rescron, pecto a la política que llevaba Paolo Gentiloni.

El titular del Elíseo advirtió que el auge nacionalis­ta –sin citar a ningún país en concreto–, con la manipulaci­ón de los miedos frente al fenómeno migratorio, entraña, en Europa, “un riesgo de fragmentac­ión y desmembrac­ión”. Según él, “los extremismo­s utilizan las emociones colectivas para proponer lo peor”. Denunció “el espíritu de manipulaci­ón y la hipersimpl­ificación de nuestro tiempo”. Sí reconoció, sin embargo, que ante el problema migratorio debe combinarse “eficacia y humanidad”, aunque siempre mediante políticas comunes y concertada­s. Eso implica cooperació­n con los países de origen, ayuda al desarrollo, lucha contra las mafias y reforzamie­nto de las fronteras de la UE y del control del espacio Schengen.

Sánchez –que no necesitó traducción simultánea del francés–, empezó su intervenci­ón anunciando la visita a Madrid de Ma- el próximo 26 de julio, y recalcando “el compromiso firme del Gobierno de España con la causa europea”. El nuevo inquilino de la Moncloa se adhirió, sin enmienda ni matices de ningún tipo, a todos los argumentos que desgranaba Macron. Sánchez recuperó incluso y elogió ideas no expuestas ayer por el presidente francés sobre su objetivo de “construir esa Europa que proteja a los ciudadanos, en el ámbito económico, en el ámbito social, en el ámbito laboral y también medioambie­ntal”. “El Gobierno de España no puede estar más en sintonía con esta visión, con ese objetivo, con esa voluntad política marcada por el presidente Macron”, enfatizó Sánchez, quien también saludó el reciente acuerdo franco-alemán sobre un futuro presupuest­o común europeo y la unión bancaria.

Era lógico, pues, que fuera el halagado anfitrión quien expusiera los detalles de las propuestas compartida­s

PLENA SINTONÍA EUROPEA Sánchez bendice el pacto con Merkel sobre presupuest­o común y unión bancaria

para Europa y que Sánchez las refrendara de modo explícito o tácito.

Macron prodigó los eufemismos al describir la nueva política inmigrator­ia. En ningún momento habló de expulsione­s ni de deportacio­nes, sino de “política de retorno” y “acompañami­ento a los países de origen” de los migrantes –la inmensa mayoría– que no obtengan el estatuto de refugiados. También confirmó su intención de promover sanciones –en forma de recorte de ayudas o incluso medidas punitivas más graves– para los países que se niegan a acoger a los refugiados que les correspond­en. Sánchez no comentó esta medida, destinada a levantar ampollas entre socios como Hungría o Polonia.

Macron insistió en que la crisis migratoria es hoy un problema eminenteme­nte político, de percepción, que no está justificad­o por las cifras de llegadas, claramente a la baja respecto al pico del año 2015. Lo dijo cuando estuvo en París el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, y lo repitió ayer.

Sánchez anticipó que la colaboraci­ón con Francia será intensa y trascender­á los asuntos más urgentes del presente. Mencionó un viejo problema que debe finalmente resolverse, la interconex­ión energética entre los dos países, y dijo que los dos gobiernos crearán un grupo de trabajo para impulsar la reindustri­alización en la UE.

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REUTERS / ACN Sánchez se estrenó en la esfera internacio­nal con un viaje relámpago al Elíseo; Macron le devolverá la visita en la Moncloa el 26 de julio
 ?? POOL / REUTERS ?? En el Elíseo Los presidente­s Emmanuel Macron y Pedro Sánchez compartier­on un almuerzo durante dos horas en el palacio presidenci­al de París antes en encarar la rueda de prensa
POOL / REUTERS En el Elíseo Los presidente­s Emmanuel Macron y Pedro Sánchez compartier­on un almuerzo durante dos horas en el palacio presidenci­al de París antes en encarar la rueda de prensa

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