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El diario comenta el nuevo escenario electoral que se abrió con el éxito de la moción de censura contra Mariano Rajoy y valora las consecuencias de este cambio en Catalunya, donde ERC podría imponerse en las elecciones autonómicas y el PSC, en las generales. Además, destaca la importancia de las elecciones que se celebran hoy en Turquía.
LA moción de censura que arrebató el gobierno de España al PP de Rajoy y entregó la presidencia a Pedro Sánchez y el Ejecutivo al PSOE tiene muchas derivadas. Una de ellas es que la nueva situación puede estar afectando de forma notable a la estructura política de Catalunya, una cuestión nada menor a tenor de su largo contencioso con España. Según el sondeo que GAD3 ha elaborado para La Vanguardia entre los días 14 y 21 de junio pasados, si hoy se celebraran unas elecciones legislativas, el PSC sería el ganador, con cuatro puntos de ventaja sobre el segundo, ERC, y siete más que los comunes, que fueron los ganadores en el 2016. En unas autonómicas, el independentismo seguiría en el entorno de los 70 escaños, pero con ERC dando la vuelta a la tortilla, superando por poco a Ciudadanos, ganadora en el 2016, y claramente destacada sobre JxCat.
¿Cambio de tendencia en Catalunya? Aún es demasiado pronto para asegurarlo. Dependerá de la suerte de los dos gobiernos, el de Pedro Sánchez en España y el de Quim Torra en Catalunya, básicamente. De sus aciertos y de sus errores, en una singladura que no ha hecho más que empezar en ambos casos. Pero también de lo que ocurra en la esfera internacional por lo que toca a la euroorden dictada contra el expresident Puigdemont y los procesos judiciales en España contra exconsellers y líderes independentistas. Sin duda, son aspectos que condicionarán de forma determinante la política catalana.
En todo caso, lo que el sondeo señala es un recuerdo de los ochenta y mitad de los noventa en que el socialismo ganaba de forma contundente las legislativas en Catalunya y el moderado soberanismo de CDC lo hacía en las autonómicas. De confirmarse la previsión demoscópica, la nueva situación nos retrotraería a la de los años en que el tándem Reventós-Obiols garantizaba el poder de Felipe González en Catalunya, mientras que Pujol se hizo hegemónico en la Generalitat. Los años del peix al cove al que parece haberse apuntado ahora el PNV de Urkullu. Pero la lógica y el paso del tiempo nos dicen que eso no es posible. Ni el independentismo de hoy tiene nada que ver con aquella ambigüedad calculada de Pujol, convertido en dique del socialismo y en hombre del año por Abc, ni el PSOE es aquella máquina de hacer votos del tándem González-Guerra.
De la nueva situación destacan el rotundo ascenso del PSC de Iceta, que ha resistido con éxito los momentos más aciagos del partido, y el descenso en sus perspectivas de Ciudadanos, que, cada día de forma más nítida, aparece muy afectado por los resultados de la moción de censura. La fulgurante carrera demoscópica de Rivera y Arrimadas parece haber colapsado de golpe, y su apuesta por unas elecciones inmediatas se desvanece cada día más en el horizonte. Una de las razones de esa pérdida de fuelle está en uno de los axiomas más comentados en los últimos meses: en España es difícil gobernar sin Catalunya e imposible hacerlo en su contra. La prueba está en los hechos ocurridos y el giro que apunta la encuesta de hoy.
Otro aspecto que destacar del sondeo es la relativa pérdida de atractivo político de Puigdemont respecto a su consideración como “presidente legítimo”, especialmente entre los votantes de ERC y de la CUP, lo que debería ser una señal para los nuevos liderazgos de las formaciones mayoritarias en el independentismo. Por otra parte, el hecho de que dos tercios de los encuestados consideran positiva la anulación del 155, mientras que el 55% afirma que su aplicación ha resultado dañina para Catalunya, pone en evidencia la necesidad del diálogo y la negociación frente a medidas expeditivas.