El lector expone
Evitemos los ahogamientos este verano
Empiezo una temporada más como socorrista y ya van más de treinta años, tanto en playas como piscinas. Me gustaría comentaros algunos temas que considero importantes, después del trágico número de ahogados del año pasado, entre ellos demasiados niños.
Primero, el ahogamiento silencioso: cuando te estás ahogando no puedes gritar ni gesticular, es común que niños se estén ahogando en piscinas mientras decenas de personas pasan por su lado sin darse cuenta.
En cuanto a la vigilancia, mirar el móvil, estar alejados... no es vigilar. Como mínimo hemos de comprobar que todo siga bien cada 30 segundos y a una distancia de reacción de 30 segundos, aunque sepan nadar. Evidentemente, si son niños pequeños, la vigilancia y el apoyo han de ser constantes.
Los flotadores, manguitos, churros y demás artilugios no sirven para nada, más bien empeoran en muchos casos la situación, ya que los padres se confían y dejan de vigilar.
Sólo un chaleco homologado nos da ciertas garantías; el resto, como apoyo de la supervisión. Evitaremos los inflables.
El corte de digestión no existe. Si se produce hidrocución, o cambio de temperatura brusco en nuestro cuerpo, podemos perder la consciencia o tener un paro cardiaco, lo que supone ahogamiento. Por eso tenemos que ducharnos antes de entrar en el agua y debemos entrar despacio, aclimatándonos. Después de tomar mucho el sol o una comida copiosa, tenemos más temperatura corporal, más riesgo.
La mejor prevención es enseñar a nadar a los niños desde una temprana edad.
Espero contribuir a mejorar la percepción del riesgo que tenemos. Buen verano seguro para todos. RAMIRO BERROCAL HERRERA
Banyeres del Penedès