‘Blockchain’ sí, pero por ahora sólo en redes privadas
Las grandes empresas tradicionales investigan sobre la nueva tecnología
La grandes empresas tradicionales han comenzado ya a usar la tecnología blockchain (cadenas de bloques) pero por ahora sólo en redes privadas. No quieren perder el hilo de la tecnología que puede cambiar la forma en la que nos relacionamos con las empresas (intercambios comerciales) o con las Administraciones (registros legales). Queda lejos aún la opción de que esa ingente cantidad de información (que es imborrable e inalterable) y que se acumula en larguísimas cadenas de bloques pueda sustituir actuales rígidas estructuras burocráticas.
Esta semana en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) en Santander, el BBVA destacó el “enorme potencial” del blockchain al tiempo que advertía de los retos que deben superarse especialmente en los ámbitos tecnológicos, regulatorios y también medioambientales. Fue el mensaje que lanzó Alicia Pertusa, responsable de estrategia y blockchain de BBVA, durante una conferencia en del curso de la UIMP “La economía ante el blockchain” organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE).
En el marco de esa conferencia, Pertusa explicó que el BBVA ha cerrado una línea de crédito por valor de 325 millones de euros con Repsol a través de blockchain. Gracias a esa nueva tecnología –explica la entidad– el proceso de firma del contrato que normalmente tarda varios días se ha reducido a sólo unas horas. Anteriormente, el BBVA ya concedió un crédito a Indra por valor de 75 millones también a través del blockchain. El presidente de Mapfre, Antonio Huertas, explicó en el mismo curso que la compañía está trabajando con otras empresas del sector para crear una red sobre tecnología blockchain para intercambiarse contratos. “El blockchain aún no está maduro, no tiene las garantías que permitan garantizar de manera cotidiana su uso”, reflexionó Huertas.
Pertusa detalló que el sistema
blockchain tiene algunas diferencias si funciona sobre redes privadas o redes abiertas. Precisó que una de las ventajas es la trazabilidad porque “no se tacha” información ni se añade: “cada bloque contiene en la parte inicial del bloque el resumen del bloque anterior”.
En cuanto a los retos a futuro de la tecnología blockchain, la ejecutiva del BBVA citó especialmente los tecnológicos y los regulatorios. En el primer grupo puso como ejemplo que mientras la criptomoneda bitcoin (que funciona con tecnología
blockchain) es capaz de gestionar 7 operaciones por segundo, en Visa se generan 30.000 por segundo. Del lado regulatorio, Pertusa dijo que los diferentes organismos deberán fijar las reglas con más detalle. Para el consejero delegado del BBVA, Carlos Torres, es necesario crear un
sandbox, marco regulatorio, para desarrollar la tecnología.
En el ámbito medioambiental, Pertusa avisó del alto consumo de energía de las redes públicas de
blockchain. La directiva cree que se han de buscar fórmulas como que no toda la información esté en todos los nodos. Para poder ejecutar todas las cadenas de bloque se necesitan muchos servidores que trabajen en red. Esa actividad consume mucha energía para funcionar pero también para refrigerar los equipos. Por eso algunos de los servidores están en países nórdicos donde el clima enfría los servidores. También en relación a los riesgos medioambientales, el presidente de la patronal bancaria AEB, José María Roldán, se refirió a un informe del Banco Internacional de Pagos (BIS) en el que alertaba del alto coste energético del sistema
blockchain y especialmente de las criptomonedas. No obstante, Roldán añadió que el sector bancario no puede permanecer ajeno a esa nueva tecnología.
El BBVA alerta de los retos tecnológicos, regulatorios y medioambientales para desarrollar el sistema