Ringo celebra la amistad
El batería de los Beatles debutó en solitario en la capital catalana
Más de medio siglo después del paso de los Beatles por Barcelona, el batería del grupo, Ringo Starr, regresó anoche a la ciudad al frente de su All Starr Band. Se trataba de la primera visita profesional del músico británico a la capital catalana desde la visita de los fab four a la plaza de toros Monumental, el 3 de julio de 1965. Noche histórica en la que, más allá de consideraciones artísticas, el público catalán tuvo la ocasión de compartir sensaciones y recuerdos con una verdadera leyenda de la música pop, protagonista de una sesión de aire vintage que parecía de lo más indicada para amenizar una calurosa noche del recién estrenado verano.
Unas 4.200 personas acudieron a la cita en el Palau Sant Jordi, espacio dispuesto anoche en forma de anfiteatro, y con todas las entradas numeradas. Los espectadores habían pagado entre 60 y 240 euros para habérselas con el legendario músico, que el próximo día 7 de julio cumplirá 78 años. En total, se habían puesto 5.000 localidades a la venta. Aunque entre los asistentes había aficionados de todas las edades, la inmensa mayoría del respetable se situaba en una franja bastante entrada en años, lo que por otra parte parece lógico considerando el perfil de la convocatoria. Sin pantallas laterales ni otros inventos escenográficos a la vista, los músicos evolucionaron ante un proscenio presidido por cuatro grandes estrellas brillantes sobre un fondo de aguas psicodélicas.
El más simpático de los Beatles derrochó cordialidad a su paso por Montjuïc, donde no dejó de saludar al público con el signo de la victoria a cada instante. Actuó acompañado por Graham Gouldman (bajo), Colin Hay (guitarra), Warren Harm (saxo, teclados), Steve Lukather (guitarra), Gregg Rolie (teclados) y Gregg Bissonette (batería). Se trata de la decimotercera encarnación del grupo que acompaña a Ringo desde la invención de la All Starr Band en 1989. “Peace and love” fueron las primeras palabras pronunciadas por quien minutos más tarde se presentó de esta guisa: “Como saben, mi nombre es Ringo Starr”.
Pese a que Ringo tiene una abultada obra discográfica en solitario –ha publicado un total de diecinueve álbumes entre 1970 y el 2017–, en su concierto de anoche apenas transitó por ella. El grueso del concierto estuvo formado por versiones. De los Beatles, por supuesto, aunque también de los grupos con los que han trabajado los componentes de su banda, como 10cc, Toto, Men at Work, Santana... En estas ocasiones, Starr cedió el protagonismo vocal a sus socios, por lo que la actuación del Sant Jordi puede leerse también como una celebración de la amistad con los músicos que le acompañan en esta aventura.
El de Liverpool abrió fuego con el Matchbox de Carl Perkins, tema que los Beatles interpretaron en directo en algunas ocasiones, también con Ringo a la voz. Tras esta entrada, atacó la primera pieza
CERCA DEL PÚBLICO
Los 4.200 asistentes siguieron el concierto en un anfiteatro con los asientos numerados
REPERTORIO VARIADO
Starr dejó de lado sus temas en favor de otros autores, en especial los Beatles
propia de la noche, I don’t come easy, publicada originalmente como single en 1971. Recogió luego el testigo Graham Gouldman con
Dreadlock holiday (10cc), al tiempo que Ringo pasó a la batería, sin sacarse su vistosa americana blanca con titulares de periódico a modo de estampados. Tras otro puñado de covers –entre ellos, el Rosanna de Toto por parte de Steve Lukather, con el público puesto en pie–, Ringo entró en materia explícitamente beatlemaníaca vía Don’t pass me by –compuesta por él en 1968– y un celebradísimo Yellow submarine. “Si no conocéis esta canción es que habíais venido a un concierto de Led Zeppelin”, bromeó al presentar tan emblemático número. Después de un cambio de vestuario, Ringo desgranó su Anthem.
En el tramo final de la noche, interpretó más material propio (estupenda Photograph), amén de pases por el patrimonio de los Beatles como I wanna be your man y, como fin de fiesta, un pletórico
With a little help from my friends
trufado con el coro del tema de John Lennon Give peace a chance
en la coda. Todo ello, precedido por más versiones invocando entre otros a Santana (magnífico Gregg Rolie en Black magic woman / Gypsy queen) y Tito Puente
(Oye como va). No hubo bises..