El ‘Eccehomo’ navarro replantea la conservación del patrimonio en iglesias
Los restauradores señalan frecuentes chapuzas de inexpertos que actúan sin freno
¿Desde cuándo San Jorge ha montado un caballo azul?”. La incredulidad de un vecino de Estella (Navarra) después de la desafortunada restauración de la talla de madera del siglo XVI en la localidad es compartida por los profesionales de la conservación. No sólo por el impacto en su apariencia, sino también por el destrozo del patrimonio histórico. Pintada a tres capas y con otros tantos lijados de la policromía original, la figura reabre el debate sobre este tipo de intervenciones, en muchas ocasiones contratadas por el propio párroco a no profesionales y sin pasar por los filtros correspondientes para su realización.
La legislación estatal –Ley 16/1985– y autonómica –Ley Foral del Patrimonio Cultural de Navarra 14/2005– obliga a informar de todos los trabajos que se vayan a hacer en un bien patrimonial a la institución pertinente, que debe dar el visto bueno. En el caso del San Jorge estellés, sin embargo, lo que alertó a los técnicos del Ejecutivo navarro fue una fotografía de la malograda escultura enviada por un vecino el pasado 23 de junio. Ya era tarde, sólo faltaban las capas finales de barniz. La mal llamada restauración, efectuada por una tienda-taller de artesanía del municipio, estaba prácticamente concluida.
“Para cualquier intervención de una obra del amplio registro de bienes de la comunidad se debe enviar primero un proyecto”, indica Carlos Martínez Álava, director del Servicio de Patrimonio Histórico de Navarra. “Nosotros –continúavisitamos el lugar, vemos las piezas y lo valoramos”. Los bienes de la Iglesia tienen su propio protocolo, aunque éste va en paralelo y debe contar igualmente con la aprobación de Patrimonio. “Hablando de bienes de interés cultural o inventariados es raro que se dé”, asegura Martínez. Sin embargo, desde la Asociación de Restauradores y Conservadores de España (ACRE) lamentan que este tipo de intervenciones realizadas por personas inexpertas son frecuentes.
“Muchas pequeñas iglesias y pásu rrocos o agentes del mercado privado no pasan por ese filtro administrativo y contratan a quien les parece para llevar a cabo el proyecto”, denuncia Fernando Carrera, presidente de la plataforma. La metodología para cualquier intervención profesional es clara: conocer
con detalle el objeto –historia, valor artístico, iconografía–, estudiar los materiales y composición y, a partir de ahí, valorar su estado y el daño acumulado desde su creación. Una vez que se ha analizado esto, se diseña una estrategia de actuación para garantizar por un lado conservación y recuperar, por otro, la estética de la pieza si está muy degradada. “Los principios son reversibilidad, respeto al valor originario y mínima intervención”, subraya Carrera.
Las asociaciones de restauradores reclaman el cambio de una legislación que consideran escueta, especialmente en su apartado autonómico, en el que no se especifica que un técnico especialista debe ser quien realice ese proyecto, como sin embargo sí ocurre en materias como la arquitectura o la arqueología. “No es un tema de dinero sino de voluntad: hace falta mayor concienciación social sobre la importancia en nuestra memoria histórica del patrimonio, una herencia recibida que debe ser protegida”, destaca Carrera, a la vez que pide que estos trabajos recaigan en expertos.
Al igual que en su momento el Eccehomo de Borja (Zaragoza), bajo el volumen de chistes y memes al que ha dado lugar el caso del San Jorge de Estella subyace el problema de la protección del patrimonio y su profesionalización, dos aspectos que en el sector consideran muy mejorables. “Del Eccehomo no se sacó ninguna conclusión positiva; nos tomamos a broma lo que fue un atentado contra el patrimonio cultural”, lamenta Carrera, quien reclama un pacto de Estado y social para que se regule una actividad tan especializada como la de la restauración: “Debemos abordar este problema de una vez, no queremos que vuelva a pasar”. Esta vez ha sido la lanza de San Jorge la que se ha clavado en el patrimonio cultural español.
PROBLEMA LEGAL Y CULTURAL Los representantes de los profesionales piden cambios en las leyes y las conciencias
NO FRIVOLIZAR
Del cachondeo sobre el ‘Eccehomo’ de Borja no salió “ninguna conclusión positiva”