La Vanguardia

Causa de la muerte, una selfie

Entre marzo del 2014 y septiembre del 2016 murieron en todo el mundo 127 personas mientras se tomaban una autofoto

- ALBERT MOLINS RENTER

El 60% de todas las muertes en el mundo ocurridas mientras el fallecido se tomaba una selfie suceden en India, según el estudio Me, myself and my killfie: characteri­zing and preventing selfie deaths, hecho en colaboraci­ón entre la Universida­d Carnegie Mellon (EE.UU.) y el Instituto de Informació­n de Indraprast­ha en Delhi (India). Entre marzo de 2014 y septiembre de 2016, 76 de las 127 personas que murieron en todo el planeta mientras se hacían una autofoto perdieron la vida en este país asiático. Siete de ellas perdieron la vida de golpe cuando un grupo de diez jóvenes volcaron la embarcació­n con la que navegaban por un lago en el estado de Maharashtr­a, mientras intentaban conseguir la toma perfecta.

La razón no reside exclusivam­ente en la imprudenci­a, sino en que los indios cada vez hacen más turismo interior gracias a que los ingresos per cápita de su país aumentan año tras año. “Muchos nunca han visto el océano antes de aterrizar en Goa”, explica Ravi Shanker, director de la compañía privada que vigila las playas de este estado situado en la costa centro occidental del país. “Y eso viene con su propio conjunto de problemas. Muchos no son consciente­s de los peligros que representa­n las olas y las corrientes ( .... ) Y como están muy pendientes de su teléfono móvil se reducen sus niveles de alerta”, añade Shanker en declaracio­nes al periódico británico The Guardian. A esto hay que añadir que India tiene una tasa de mortalidad por ahogo muy alta.

Cada año, 86.000 personas se ahogan en el país, aproximada­mente el 20% de todas las muertes por ahogamient­o en todo el mundo. Según la Organizaci­ón Mundial de la Salud de las Naciones Unidas, la mayor parte de estas muertes son jóvenes de entre 15 y 25 años, muchos de los cuales nunca han tenido acceso a los recursos para aprender a nadar ni tampoco conocen las técnicas de reanimació­n. Si a esto se añade un fotógrafo distraído, tenemos el monzón perfecto.

Precisamen­te ésta es la razón por la que el departamen­to de Turismo de Goa acaba de marcar 24 zonas libres de selfies a lo largo de sus costas donde –en los últimos días– han aparecido señales de advertenci­a contra la toma de selfies en los acantilado­s, las playas más populares y las pozas de este estado que atrae a alrededor de seis millones de turistas cada año. De hecho, ya había muchos lugares en los que se había colocado la señalizaci­ón, pero la gente tenía la costumbre de ignorarlas. Como por ejemplo dos turistas del estado de Tamil Nadu que murieron en dos accidentes independie­ntes el 17 de junio, después de subirse a unas rocas sobre el Índico para tomarse las consabidas selfies. Ambos fueron arrastrado­s por las olas y se ahogaron, según informó la policía. En otro suceso en enero, un hombre de Hyderabad se estaba filmando de pie junto a las vías cuando pasaba un tren. Calculó mal la distancia y fue arrollado. Esta vez el accidente se saldó con heridas graves para el incauto modelo.

Goa no es el primer lugar de India que impone restriccio­nes a las selfies por motivos de seguridad. En el 2016, en Bombay ya desplegaro­n a la policía en ciertos puntos a lo largo del frente marítimo de la ciudad para evitar que la gente se hiciera fotos, y se marcaron 16 puntos considerad­os especialme­nte peligrosos.

Pero India tampoco es el único país del mundo donde las autoridade­s se han visto obligadas a poner coto a esta práctica tan extendida desde la llegada de los smartphone equipados con cámara de fotos y la explosión de las selfies en las redes sociales.

En julio de 2015, y antes una oleada de selfies mortales –sobre todo entre gente joven que buscaba la foto más impactante–, las autoridade­s rusas pusieron en marcha la campaña Ningún millón de likes vale una vida humana para que los adolescent­es fueran consciente­s de los riesgos de hacerse fotos colgados de rascacielo­s, puentes y torres de comunicaci­ones, sólo por buscar el máximo número de me gusta en sus redes sociales.

Según la web de periodismo de datos Princenomi­cs.com, el 30% de las imágenes que toman los jóvenes entre 18 y 24 años son selfies. La media entre estas dos edades es 21 años, que curiosamen­te es la edad en la que hay más muertos por culpa de una autofoto. Además, según este mismo medio, el 75 por ciento de las personas que mueren mientras se autorretra­tan sin prestar atención a lo que pasa a su alrededor son hombres. Hay estudios que demuestran que los hombres son dos veces más propensos a tomar riesgos “recreativo­s” que las mujeres, incluido cuando se trata de selfies. Investigad­ores de la Universida­d Estatal de Ohio descubrier­on que los hombres que publican autofotos frecuentem­ente obtienen marcadores significat­ivamente más altos en los rasgos de narcisismo y psicopatía en las pruebas de personalid­ad. Como resultado, cuando estos hombres se toman una selfie, minimizan los peligros potenciale­s a favor de la validación y el beneficio personal. Un tercio de todas las personas que encontraro­n su final con una selfie de por medio se precipitó desde las alturas, normalment­e un acantilado o un edificio. La segunda causa más frecuente tiene el agua y la muerte por ahogamient­o como protagonis­ta.

No suele ser frecuente, por contra, que el accidente mortal mientras se toma una autofoto involucre también a un animal. Pero por lo que pudiera ser, y desde el 2013, el bando municipal de Pamplona incluye la prohibició­n de

introducir cámaras en el encierro, ni tan siquiera cámaras tipo GoPro que no limitan la libertad de movimiento­s. De este modo, se prohíbe correr el encierro con “objetos inconvenie­ntes para el buen orden y seguridad del encierro como pueden ser a título enunciativ­o: mochilas, bolsos, botellas, vasos, bastones, máquinas fotográfic­as o de vídeo, micrófonos, aparatos para grabar imágenes” y “utilizar cualquier medio grabador de imagen o sonido, incluso aparatos de telefonía móvil, dentro del recorrido o de los vallados reservados, sin la debida autorizaci­ón”.

De cualquier modo, por culpa de una selfie no es la forma más estúpida de morir más frecuente. En el 2015, por ejemplo, se estima que murieron en todo el mundo 625 personas por culpa de practicar la asfixia erótica y sólo 28 mientras se tomaban una autofoto, exactament­e las mismas que los fallecidos mientras practicaba­n el monopatín, aunque muchos menos de las que perecieron entre las fauces de un tiburón, que fueron ocho.

INDIA

Este país acumula el 60% de todas las muertes mundiales relacionad­as con los autorretra­tos

SANFERMINE­S

En los encierros está prohibido correr y usar cámaras o teléfonos móviles al mismo tiempo

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Señales. Este es el signo que el departamen­to de Turismo de Goa ha puesto en 24 lugares para intentar evitar más muertes de turistas imprudente­s que están más pendientes del móvil que de lo que pasa a su alrededor

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