Un bebé fallece arrollado al desfrenarse una furgoneta
El vehículo, de la familia, empezó a deslizarse calle abajo y pese a los intentos de la madre, que resultó herida grave, atropelló a la pequeña
La tragedia se cebó ayer en Premià de Dalt (Maresme). Una niña de ocho meses falleció a primera hora de la mañana tras ser arrollada por la furgoneta de su familia. El vehículo se desfrenó –las causas se están investigando– e impactó primero contra la pequeña pero también contra su madre quien, intentando evitar el impacto, sufrió heridas de gravedad.
Al parecer, la familia estaba cargando la furgoneta para marcharse de fin de semana, como hacía habitualmente. En su interior ya estaba el hermano mayor. Con el portón trasero abierto, el vehículo se desfrenó y empezó a moverse, hasta tomar cierta velocidad, ya que el lugar donde tuvo lugar el suceso, en la confluencia de la calle Parc Infantil con la calle Sant Crist, tiene una pendiente notable. La mujer, de 35 años, al observar que el vehículo iba a arrollar a la pequeña, intentó pararla, sin conseguirlo, pero produciéndose graves heridas en una pierna.
Tras el suceso se movilizaron numerosos efectivos de socorro. Se desplazaron dos ambulancias y un helicóptero medicalizado del Sistema de Emergencias Médicas que atendieron a la pequeña, intentando infructuosamente su reanimación. La madre fue trasladada al Hospital Germans Trías y Pujol de Badalona con heridas de gravedad.
La noticia provocó un gran impacto en la población de Premià de Dalt. un municipio de poco más de 10.000 habitantes donde todos los vecinos se conocen. La familia que sufrió el accidente la formaba un matrimonio, la mujer de origen alemán y el padre británico. Se habían integrado a la perfección en el municipio, donde llevaban la pequeña a la guardería municipal y al hermano mayor a la escuela de primaria. Residían en una casa típica de pueblo, de planta baja y una planta, junto al lugar del accidente, en pleno centro histórico, muy cerca del mercado municipal y a menos de cien metros de la plaza de la Vila del antiguo ayuntamiento.
En el momento del accidente, el pueblo superaba la resaca de la noche anterior, plena de celebraciones de la Fiesta Mayor de Sant Pere y se preparaba para el baile final que hubiera tenido lugar ayer por la noche. En esta ocasión, la flamante campana que recuperó la iglesia de Sant Pedro después de muchos años en silencio, no pudo tañer con el repique festivo, sino que lo hizo con sus toques a difuntos.
El alcalde Josep Triadó emitió un decreto público suspendiendo todos los actos públicos, lúdicos y festivos, programados por la fiesta local. Al mismo tiempo, la bandera de la casa consistorial ondea a media asta hasta mañana, luciendo un crespón negro. Desde la corporación se emitió un mensaje de condolencia a los padres, hermanos y familiares por el luctuoso suceso.
El accidente causó una gran conmoción y pronto se sucedieron las muestras de dolor. Entre ellas destacaron la del president de la Generalitat, Joaquim Torra, y del conseller de Interior, Miquel Buch, que es de la población vecina de Premià de Mar, quienes se han puesto a disposición del primer edil del municipio. En el próximo pleno municipal, la corporación guardará un minuto de silencio.
En paralelo, la policía local de Premià de Dalt mantiene abierta una investigación sobre las causas del siniestro. Por su parte, el Servei Català de Trànsit activó el protocolo de apoyo psicológico del servicio de información y atención a las víctimas que se desplazó al centro hospitalario donde está la familia.
El hermano mayor ya estaba dentro y la familia estaba cargando el vehículo para irse de fin de semana