El refugio de Isco
El madridista tiene en ‘la roja’ la confianza que le niega el Madrid
Campo de entrenamiento del FC Krasnodar. Hace tres días. Isco controla un balón, lo deja caer y se pone a bailar. Danza alrededor de la pelota y se ríe. Con la roja ,el talentoso centrocampista del Madrid es más feliz, se siente más protagonista. La selección es y ha sido su refugio, especialmente en los momentos en que ha tenido que pasar por el banquillo en el Bernabeu, relegado en muchas ocasiones para poder hacerle un sitio a Bale o a Benzema. Encajonado y maniatado en Chamartín, donde ha dado muestras de su gran calidad pero sin la suficiente continuidad, con España se ha erigido en uno de los líderes y por edad (26 años) se encuentra en plenitud de condiciones. Lo demostró en un amistoso de altura como el de Argentina del pasado mes de marzo (tres goles) y lo está probando en el Mundial, donde se puede decir sin tapujos que ha sido el mejor jugador del equipo de Hierro en la primera fase.
Ha desbordado, ha corrido (31,72 kilómetros), ha intervenido, ya que es el tercer jugador del torneo con más pases antes de los cruces, y ha marcado un gol, en el partido ante Marruecos. Isco se ha entendido de fábula con Iniesta en el flanco izquierdo del ataque y también ha retrasado su posición para combinar con Busquets. Ha enseñado lo que podría sido su fútbol si hubiera acabado en el Barça porque habla el mismo idioma en el campo que los clásicos blaugrana, con el añadido de que tiene más piernas. “Lopetegui me dio confianza en la selección cuando no la tenía en mi club”, reconocía hace unos días. Con Hierro su situación de privilegio se ha mantenido. El seleccionador lo conoce desde que tenía 15 años. Lo fue a ver un partido de territorial a La Rioja porque le habían hablado de que en el Valencia había un chico malagueño con grandes condiciones. A los diez minutos Hierro explica que se fue del campo. Había tenido suficiente para comprobar que era así. Once años después considera que es un tipo de futbolista que necesita sentirse impor- tante para expresarse. Isco ha disputado los tres partidos al completo y es de los pocos que se ha librado de las críticas. “Es uno de nuestros líderes. Cuando los partidos se ponen feos coge la responsabilidad y se pone el equipo a la espalda. Está teniendo un rendimiento espectacular. Poco más se le puede pedir”, le ensalza su compañero Carvajal. El andaluz prefiere hablar del equipo. “Ahora viene la hora de la verdad y confío mucho en la selección. Tenemos que cometer menos distracciones y ponernos las pilas, eso sí. Nos está faltando controlar un poco los partidos a través de la posesión, que es lo que normalmente sabemos hacer mejor”, afirma Isco.
Es lo que intentarán hacer ante Rusia. “Va a ser un partido muy difícil. Juegan con todo un país detrás y vamos a tener que cometer muy pocos errores si queremos estar en cuartos”, expone el centrocampista. Lo que está claro es que si Isco interviene las opciones de España se multiplican.