El papel en la era del ‘blockchain”
Carmen Florán, decana del Col.legi de Registradors de Catalunya
En la era del blockchain (cadenas de bloques), los registradores mercantiles y de la propiedad guardan tres copias digitales de cada asiento de un propiedad más una adicional en papel. “En caso de duda, manda el papel”, explica Carmen Florán (Barcelona, 1969) decana del Col.legi de Registradors de Catalunya desde finales del año pasado.
La actividad de los registradores es una de las más desconocidas quizá porque la relación de estos profesionales con el cliente es casi siempre a través de intermediarios ya sean bancos, notarios o gestorías. En los últimos días ha cobrado protagonismo la profesión cuando el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy recuperó su plaza de registrador en Santa Pola.
Los registradores se rigen por una ley de 1861 y aunque si bien han actualizado los procedimientos se autodenominan a sí mismos como “aplicadores de la ley”, en palabras de la decana que representa a todos los colegiados de Catalunya desde el pasado mes de noviembre. Florán llegó al Registro de la Propiedad proveniente de una notaría. Aunque es poco habitual, Florán aprobó las dos oposiciones: las de notaría y las de registrador. Tras suspender unas primeras oposiciones a registrador le recomendaron que dada la semejanza entre este temario y el de notario que probará en las dos. Y lo hizo. Acabó aprobando ambas oposiciones. “Siempre me ha ayudado mucho jugar al golf porque refuerza mucho la gestión del fracaso: para un golpe que haces bueno, das muchos malos. En el golf te has de centrar bien en las decisiones”, reflexiona Florán. Eso es precisamente lo que hizo cuando optó por las dos oposiciones.
Empezó como notario en Petra... “La de Mallorca, eh. No la de Jordania”, matiza en un comentario que ha hecho cientos de veces cuando se refiere a la ciudad balear con casi 3.000 habitantes en la que trabajó varios años. De allí, en cuanto pudo vino a Catalunya. Su padre era también registrador de la propiedad y había llegado a Catalunya proveniente de Málaga antes de que Florán naciera.
¿Por qué alguien opta por ser la decana de los registradores? “Siempre hay alguien que te convence. Me lié con esto del decanato y salí fuera de la zona de confort. El cargo tiene una función muy institucional”, responde. Florán llegó a la institución después de los días de tensión que se vivieron en la institución con posterioridad al 1 de octubre. “Los registradores teníamos algunas normas internas ante posibles eventualidades que no se dieron. Sí que produjo un poco de angustia porque la ley de transitoriedad de la Generalitat nos obligaba en 48 horas a escoger si queríamos formar parte del Estado o de Catalunya”, explica Florán. La decana asegura que apenas dos o tres registradores de los más de 150 que hay en la comunidad pidieron el cambio por angustia ante la situación actual.
En la crisis posterior cuando se produjo la fuga de sedes sociales de empresas, los registradores jugaron un papel importante porque facilitaron diariamente desde Madrid el número exacto de empresas que cambiaban su domicilio. Es un tipo de información que siempre se da trimestralmente pero que aquellas semanas se facilitaba con carácter diario. “Nosotros solo gestionamos un servicio público y dependemos del BOE. Si dimos aquella información es porque algún ministro lo pediría”, indicó Florán. Aunque es difícil de cuantificar, obviamente los registros de Barcelona han perdido algo de actividad porque hay menos grandes empresas.
En relación con la nueva ley hipotecaria y específicamente sobre quién debe pagar la inscripción registral de la hipoteca (asunto que está en los tribunales), Florán dice que esa factura siempre se extendía a los bancos. Otra cosa es lo que ellos hicieran, dice. “A los bancos les cuesta poco gastarse el dinero de los otros”, concluye.
“Jugar al golf refuerza mucho la gestión del fracaso: para un golpe que haces bueno, das mucho malos”
“A los bancos les cuesta poco gastarse el dinero de los otros” dice sobre los gastos hipotecarios