Pedro del Hierro presenta en Madrid su colección para el otoño-invierno
La firma presentó sus propuestas para el próximo otoño-invierno en la pasarela madrileña
Pedro del Hierro reafirma su presencia en la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid. Por segunda vez en el 2018, tras 16 años de ausencia, ayer volvió a la pasarela, esta vez en Ifema, con una colección inspirada en el barroco español, con tintes de la moda de los setenta, década en que empezó a desfilar el modisto que creó la firma.
La apuesta para el otoño-invierno 2018, tanto para hombre como para mujer, lleva el nombre de Puro Arte, y recrea el espíritu creativo del maestro. La ropa femenina y la masculina desfilaron juntas en una propuesta “menos racional y más apasionada”, en palabras de Nacho Aguayo y Álex Miralles, directores de diseño de mujer y hombre. Vestidos voluminosos y mangas abullonadas, estampados animal print
Ana Boyer, Fernando Verdasco, Inma Cuesta, Fernando Rey, Inés Sastre y Boris Izaguirre, entre los invitados
mezclado con brocados dorados y una paleta en crema, gris, topo, con incursiones en los mostazas, azules, verdes y mucho marrón, para ellas. Ellos se visten también en beige, que luce bien combinado con terciopelo burdeos. Los jerséis de cuello alto y lana gruesa se llevan de nuevo con chaquetas de traje.
Entre los invitados en primera línea, Ana Boyer, de Pedro del Hierro y joyas de Rabat, con Fernando Verdasco. El matrimonio bromeaba con sus respectivos armarios, muy bien surtidos ambos, pero mucho más ordenado el de la hija de Isabel Preysler que el del tenista. Viven en una eterna luna de miel, juntos de torneo en torneo. Sobre las reiteradas preguntas de si piensan ser pronto padres, Verdasco ha reconocido que lo está deseando pero que de momento sólo quiere seguir su carrera deportiva, “si fuera padre a lo mejor no podría centrarme tanto en el tenis”. Ana ha recordado que su marido “es la mejor persona que conozco y muy cariñoso” y sobre si su madre y Mario Vargas Llosa piensan casarse, tira balones fuera: “Le tenéis que preguntar a ella, lo importante es que sea feliz”.
Inés Sastre, también en primera línea, estaba “contenta de poder volver a ver un desfile de Pedro del Hierro”, y aunque asegura que no cambiaría París, donde vive, por España, la modelo necesita “volver a España de tanto en tanto”. “No tengo amoríos”, dice Sastre, a quien le duran poco sus parejas, ”creo que la prensa me los espanta”. Ahora que su hijo Diego ya tiene 11 años, ha reanudado el trabajo y en su tiempo libre disfruta del “golf, la natación y un poco de tenis otra vez”
La exmodelo Eugenia Silva asegura que ahora disfruta más de los
desfiles que cuando caminaba sobre la pasarela: “Decidí no volver, hay niñas estupendas. Lo único ahora va todo demasiado acelerado con las redes sociales”.
Se escapó la top model Blanca Padilla al photocall antes del desfile, vestida a juego con Boris Izaquirre, muy de Tom Wolfe, todo de color crema de los pies a la cabeza. Tras haber escrito su última novela,
Tiempo de tormentas, en la que volcó duros recuerdos de su vida, Izaguirre ahora quiere “hacer algo de teatro”, aunque asegura que “escribir un guión es más difícil que una novela”. Quién lo diría de él, que se forjó escribiendo culebrones.
También acudió al desfile la actriz Inma Cuesta, que en el último festival de Cannes lució un vestido blanco off shoulder de la línea Red Carpet que la firma creó hace tres años. Cuesta reconoce que se ha ido acostumbrando “a torear las preguntas sobre qué llevo puesto. Algo que no siempre preguntan a los hombres”. A su lado, el también actor Javier Rey, imagen de Cortefiel, con una de sus inseparables gorras, sonreía. A él también le preguntan siempre qué lleva puesto…