La Vanguardia

El genio de la botella

‘Air’ Jordan Pickford se adueña de la dificilísi­ma portería inglesa con 24 años

- JOAN JOSEP PALLÀS Moscú. Enviado especial

La televisión que todo lo ve, que tanto ha cambiado la manera de entender el fútbol por parte de jugadores y espectador­es, descubrió al entrenador de porteros inglés, Martyn Margetson, con las manos en la masa. En la botella, mejor dicho. Hay que retroceder al pasado martes, 3 de julio. Inglaterra y Colombia habían llegado al final del tiempo reglamenta­rio con empate y la tanda de penaltis dilucidarí­a la selección ganadora. Disimulada bajo una toalla, Margetson le pasó al portero titular, el joven Jordan Pickford, una botella con un papel adherido en el que se podía leer por dónde acostumbra­n a lanzar los jugadores colombiano­s. Pickford desvió el penalti definitivo a Bacca y contribuyó a que Inglaterra, por primera vez en la historia de los Mundiales, superara una tanda de penaltis.

Si el truco de la botella de agua sirviera para explicar todos los méritos adquiridos por este joven guardameta poco más habría que escribir, pero Pickford ha hecho mucho más que eso. Para empezar, él no tenía que estar ahí.

La titularida­d de, como ya le llaman en su país, Air Jordan Pickford, nacido hace 24 años en la localidad de Washington, llegó fruto de una decisión valiente de Gareth Southgate, el técnico de los tres leones. Lo cómodo era apostar por Hart, pero el entrenador sabía, como todo el mundo, que el bueno de Joe está de capa caída, así que se atrevió a dejarlo fuera de la lista. El problema consistía en a quién poner y Southgate, que conocía a Pickford de su etapa como responsabl­e de la sub-21, dio el paso. Con apenas tres amistosos previos al Mundial, Pickford soportaría el peso de la portería inglesa. Menudo marrón. Que se lo pregunten a Seaman, al propio Hart, calamitoso cuando estuvo en ese lugar, o a Calamity James, obviamente una calamidad también.

La carrera de Pickford hasta llegar al Mundial no deslumbrab­a precisamen­te. Actualment­e portero del Everton, era propiedad del Sunderland desde el año 2012, pero este club lo cedió en préstamo sucesivame­nte a, atención a la lista: Parlington, Alfreton, Burton Albion, Carlisle, Bradford y Preston. El responsabl­e del Sunderland que le hizo viajar tanto porque no le terminaba de convencer merece una entrevista.

Debe estar alucinando, en compañía del resto del mundo, con los paradones de Air. La colección se inició contra Colombia con un disparo de Uribe que se colaba para dentro, pero cuando realmente se lució fue en cuartos de final contra Suecia. No fueron una sino tres las intervenci­ones, a cual más inverosími­l, para dejar su portería a cero. Dos se las hizo a Berg (una de ellas, salvando las distancias, recordó a la legendaria de Gordon Banks a Pelé en 1970), la otra frustró a Claesson cuando ya celebraba el tanto.

Es cierto que Pickford se beneficia de la manera de jugar de Inglaterra, solidaria y protegida defensivam­ente como nunca antes, pero hoy el equipo inglés ya no tiene sólo un futbolista del que presumir, el nueve Harry Kane. También está Pickford.

LA DECISIÓN CLAVE

Southgate, que le entrenó en la sub-21, envió a casa a Joe Hart y apostó fuerte por él

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FRANCISCO SECO / AP Pickford ordena su defensa durante el partido de cuartos de final entre Inglaterra y Suecia
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