Rakitic: “Me siento a tope, pero quiero ir a por más”
El croata habla con ‘La Vanguardia’ a pocas horas de jugar uno de los partidos más importantes de su vida
En el campo número 10 de las kilométricas instalaciones que rodean el estadio de Luzhniki, al lado del río Moscova, Zlatko Dalic, seleccionador de Croacia, contesta a las preguntas de los periodistas visiblemente fatigado. Han pasado tan sólo unas horas después de que su equipo haya logrado superar dos tandas de penalti consecutivas, con sus correspondientes prórrogas, y parece que él las hubiera jugado también. Así de conectado se siente con sus futbolistas. Pero las ojeras, el cansancio, la tensión... todos los desperfectos parecen desaparecer de pronto cuando el enviado especial de La Vanguardia pronuncia la palabra mágica: Rakitic. “¿Considera que está entre los mejores centrocampistas del mundo?”. Dalic no reflexiona la respuesta, le brota sola: “No puedo estar más de acuerdo. Ivan es un jugador top. Significa muchísimo para nuestro equipo. No para de evolucionar, nos da estabilidad y el deseo es que siga rindiendo igual para ayudarnos a continuar adelante. Está al nivel de los mejores jugadores del mundo. Está en el mejor momento de su carrera”. Conclusión rápida: sin Ivan Rakitic, Croacia no estaría en las semifinales del Mundial.
Hoy el barcelonista disputa ante Inglaterra uno de los partidos más importantes de su vida. Este diario le roba unos minutos al centrocampista para que explique cuáles sus sensaciones.
Rakitic está agotado, pero la ilusión le vence por goleada. Está encantado con la opinión generalizada del mundo del fútbol. No sólo es el entrenador de su país quien habla maravillas de él, también han sido los sucesivos técnicos que ha tenido en el Barça, con especial mención de Ernesto Valverde, que no concibe una alineación sin él, y la crítica internacional en bloque. El centrocampista agradece la atención y se reconoce, a los 30 años, en un momento dulce de su carrera: “Me encuentro muy bien, muy fuerte y muy seguro, disfrutando muchísimo. Sinceramente, me gusta tener el reconocimiento de mis compañeros de equipo, de mi presidente y de mi entrenador, tanto en Croacia como en el Barça. Me lo paso bien sobre el campo y eso se ve, se nota y se trasmite”. El azulgrana es ambicioso y considera que no ha tocado techo como futbolista: “Quiero ir a por mucho más. Entiendo este momento que estoy viviendo como muy especial y bonito. Me siento a tope, pero la intención es trabajar mucho más fuerte. Tengo margen de mejora y quiero ir subiendo mi nivel en cada partido y con cada oportunidad. Para mostrarme a mis compañeros y a todo el mundo”.
Rakitic ha seducido en este Mundial por su despliegue técnico, físico y táctico formando tándem con Modric en la sala de máquinas del combinado ajedrezado. Pero su figura ha concentrado puntos de máxima atención mediática planetaria coincidiendo con los dos lanzamientos de penalti que resultaron decisivos para eliminar sucesivamente a Dinamarca y Rusia. La tensión del fútbol concentrada en un minuto, el tiempo que va desde que Rakitic avanzaba desde la medular hasta el punto fatídico para decidir el destino de su selección.
¿Qué cansa más, recorrer más de 13 kilómetros sumando partido y prórroga o superar el estrés emocional que supone ese corto paseo? Respuesta: “Agota todo, la verdad. Correr 13 kilómetros y pico... Buf. Y esa tensión que genera acercarse hacia el momento de chutar un penalti que puede llevar a tu selección a unas semifinales de un Mundial... Es impresionante”. ¿Nervioso? “Yo trato de asumirlo con confianza y tranquilidad, incluso con ganas de disfrutar del momento. Exprime
Me gusta tener reconocimiento por lo que hago. Me siento a tope, pero quiero ir a por más, tengo margen de mejora como jugador” Es agotador mentalmente afrontar el penalti, pero algo muy íntimo te empuja porque sabes lo que significará si marcas” Mi hija Altea cumple 5 años coincidiendo con el partido. Quiero que mi familia se sienta orgullosa de mí”
mentalmente por supuesto pero hay un deseo latente que se impone, algo muy íntimo que te empuja porque sabes que si metes ese penalti ayudas a tu selección y a tu país, y es lo que queríamos todos”.
Rakitic concede a su familia una importancia capital en su vida. Curiosamente hoy, coincidiendo con el partido, su hija mayor, Altea, cumplirá cinco años. “Es un poco triste porque me gustaría estar allí con ella para celebrar su cumpleaños, pero ya le prepararé una fiesta grande cuando vuelva. Será nuestro día. Desde Moscú, mi manera de celebrarlo será intentando ganar a un gran equipo como Inglaterra y conseguir un pase histórico para nuestro país”. Rakitic juega en gran parte por su familia, lo expresa de esta manera: “Mi hija entiende que estoy aquí porque estoy viviendo un momento especial. También su hermanita Adara. Quiero enseñar a mi mujer y a mis hijas que lo que está haciendo su papi va muy bien. Quiero que estén contentas y orgullosas de su padre y de su marido y ojalá pueda llegar más lejos en el Mundial. Ojalá hoy sea el día perfecto para mí y para mi familia”.
Rakitic se retira a descansar a su habitación del lujoso hotel Swissotel moscovita. Su cuerpo está magullado. El fútbol es un deporte físicamente demoledor aunque no tenga fama de eso. Sus piernas de momento están resistiendo. Son muchas las batallas. Otros compañeros, como Vrsaljko, que es seria duda ante Inglaterra, han corrido peor suerte. Para matar el tiempo, el futbolista repasa los mensajes de ánimo que está recibiendo estos días, alabándole. Entre ellos, los de varios directivos del Barcelona, contentos por la suerte del croata, un futbolista cuya suma entre rendimiento, profesionalidad y personalidad han constituido el fichaje perfecto. Recordar lo que costó cuando fue fichado por Andoni Zubizarreta produce escalofríos mirado con la inflacionada perspectiva actual: 18 millones de euros.
Hay voces que incluso piden su candidatura para el Balón de Oro, un premio que, como sucedió con Xavi e Iniesta en su día, provocaría la lucha fratricida entre quienes prefieren a Rakitic y quienes se decantan por el madridista Modric. Buen gusto en el caso de ambos futbolistas. Sea como fuere, a Rakitic en el Barça no lo cambian por nadie. ¿Qué no daría Messi por un Rakitic nacionalizado argentino en el centro del campo? El sueño del número uno era alzar la Copa del Mundo en Rusia. Era una aspiración compartida por Ivan Rakitic.
El seleccionador, entregado: “Está al nivel de los mejores jugadores del mundo, es vital para nosotros”
Rakitic, que costó sólo 18 millones, recibe estos días mensajes de felicitación de directivos