El anestesista australiano que dio luz verde a la evacuación
Responde al nombre de Richard Harris, tiene 53 años y es anestesista de profesión en la localidad australiana de Adelaida. Sobre sus hombros recayó la enorme responsabilidad de dar luz verde a la operación de rescate. Experto buceador con más de 30 años de experiencia, fue él quien decidió que los niños estaban física y psicológicamente en condiciones de realizar la dura travesía por los estrechos pasadizos inundados de agua de la gruta de Tham Luang, a pesar de que muchos de ellos acababan de aprender natación y buceo. Y no sólo eso, sino que también decidió el orden en que iban a salir. Una arriesgada decisión, ya que ni él mismo sabía si tras el prime- ro, los demás también tendrían la oportunidad de salir de la cueva o se verían bloqueados por un aumento del nivel de agua provocado por las lluvias monzónicas. Harris acudió a Chiang Rai reclamado por los espeleólogos británicos, que conocen sus habilidades como buceador y médico y su experiencia en rescates difíciles en cuevas. Uno de los más duros en los que ha participado este doctor, que trabaja en el servicio de recuperación médica de urgencia del estado de Australia del Sur, fue la recuperación del cuerpo sin vida de su amiga Agnes Milowka, que murió en febrero del 2011 al quedarse sin aire mientras buscaba la salida en una cueva del sur de Australia.