El destituido gobernador que plantó cara a la corrupción
El dramático rescate de la cueva ha convertido en un héroe nacional a Narongsak Osatanakorn, que antes de todo esto era el gris y desconocido gobernador de una provincia pobre como la norteña Chiang Ra. La profesionalidad del gobernador, que tiene estudios de geología e ingeniería, sus nervios de acero, la precisión con la que ha informado en las ruedas de prensa de los detalles de la operación de búsqueda y rescate, de la cual era el coordinador jefe, han fascinado a los tailandeses. Para disgusto de las autoridades... Porque cuando los niños se perdieron en la cueva, Osatanakorn era ya un gobernador en funciones. En abril, le dijeron que ya podía ir haciendo las maletas, ya que este verano iba a ser enviado como gobernador a una provincia más pequeña. Un simple relevo rutinario, sostiene la junta militar, pero sus admiradores aseguran que la destitución fue un castigo por haberse negado a firmar proyectos de construcción corruptos. Osatanakorn fue formalmente reemplazado el pasado fin de semana, pero la presión popular obligó al primer ministro, el general Prayut Chan-ocha, a mantenerlo al frente de la operación de rescate. Los medios tailandeses han dedicado elogiosos artículos a este hombre serio y honesto, tan distinto de las figuras corruptas e ineficientes que dominan la política nacional.