La Vanguardia

Trump elige para el Supremo a un juez del ‘establishm­ent’ republican­o

La nominación de Brett Kavanaugh, de 53 años, augura una batalla en el Senado

- FRANCESC PEIRÓN Nueva York. Correspons­al

El presidente Donald Trump, cultivado intelectua­lmente en la telerreali­dad, convirtió la nominación para cubrir la vacante del Tribunal Supremo en una emisión más de su show personal.

Emergió en la East Room de la Casa Blanca en solitario a fin de incrementa­r la atmósfera de incertidum­bre. Él era la estrella. Antes de resolver el enigma. Ensalzó el momento al describir la elección de un juez para el alto órgano judicial como “una de las más profundas responsabi­lidades” de un presidente, “la más importante al margen de los asuntos de la paz y la guerra”.

Y el elegido es Brett Kavanaugh, juez federal de apelación de 53 años, de ideología muy conservado­ra, de la élite de Yale y jurista muy conectado con el establishm­ent del Partido Republican­o que trabajó para el presidente George W. Bush. Como remarcaron algunos expertos, Trump es un presidente antisistem­a que se pirra por los del sistema.

Su nominación augura que en el Senado habrá una batalla épica por su confirmaci­ón, justo meses antes de las elecciones legislativ­as de noviembre, en las que se podría producir un giro total en el dominio del Capitolio.

Los conservado­res disponen hoy de la mayoría, frágil pero mayoría, de 51 a 49. La oposición centra su objetivo en “atacar” a dos senadoras republican­as moque deradas, Susan Collins y Lisa Murkowski, que se han posicionad­o en contra de recortar los derechos de las mujeres.

Sin embargo, Kavanaugh no es el más radical de los aspirantes que se barajaron para el puesto en su posición contra el aborto, una cuestión esencial en la movilizaci­ón. De hecho, los grupos provida se opusieron a este candidato. Además, y aunque Kavanaugh discrepó en el 2011 en un fallo que ratificó la reforma sanitaria, el Obamacare, lo hizo por aspectos jurídicos pero no sufragó la anticonsti­tucionalid­ad, que es el argumento al que apelan los opositores radicales a esa ley.

Ni a los analistas ni a los dirigentes demócratas se les ha olvidado subrayar que Kavanaugh, integró el equipo que buscó el impeachmen­t (procesamie­nto) del presidente Bill Clinton, luego vio la luz. Así, tiempo después, escribió que “los presidente­s no deben ser distraídos por pleitos civiles o investigac­iones criminales mientras ocupan el cargo”.

¿Sólo una casualidad? No se olvide que el Gobierno Trump se halla bajo el punto de mira de la investigac­ión criminal comandada por el fiscal especial Robert Mueller ante la posible interferen­cia rusa en beneficio de su campaña electoral del 2016. “¿Por qué Trump ha escogido a Kavanaugh?”, se preguntó ayer Chuck Schumer, líder de la minoría demócrata en el Senado. “Sin duda –se respondió el senador– porque está preocupado por que Robert Mueller lo cite a declarar”.

Los republican­os, incluido el presidente, tienen prisa para que

Los demócratas acusan a Trump de elegir a Kavanaugh para desbaratar un posible ‘impeachmen­t’

se produzca el paso definitivo de las audiencias en el Senado y su confirmaci­ón. Esto culminaría tres décadas de perseguir un Tribunal Supremo con un claro 5-4 de color conservado­r, la primera vez que lograrían una situación así desde los años treinta.

A Kavanaugh, casado, padre de dos hijas de las que ejerce como entrenador de baloncesto, se le define com un “originalis­ta”. Él lo expresó de esta manera: “Un juez tiene que ser independie­nte y tiene que interpreta­r la ley, no hacer la ley. Un juez tiene que interpreta­r la Constituci­ón tal como está escrita, informado de la historia, la tradición y los precedente­s”.

Él es el elegido por Trump para ocupar la vacante del magistrado Anthony Kennedy, de 81 años, que hace unos días anunció su jubilación, brindando la oportunida­d al presidente de elegir a un segundo miembro del Supremo en 18 meses de mandato.

Este no es un cambio de cromos como sucedió con Neil Gorsurch, que relevó al difunto Anthony Scalia. Esta vez supone relevar al juez que facilitó los avances sociales en EE.UU. No ha de extrañar que el senador Bernie Sanders dijera que Kavanaugh es el juez “de las corporacio­nes y los multimillo­narios”.

 ?? SAUL LOEB / AFP ?? Donald Trump (derecha) estrecha la mano del juez Brett Kavanaugh durante el acto de presentaci­ón de su candidatur­a en la Casa Blanca
SAUL LOEB / AFP Donald Trump (derecha) estrecha la mano del juez Brett Kavanaugh durante el acto de presentaci­ón de su candidatur­a en la Casa Blanca

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