La Vanguardia

Prueba de fuego para el PSOE con el techo de gasto

“Ahora viene el más difícil todavía”, después de la tormentosa renovación de RTVE

- JUAN CARLOS MERINO

El Gobierno de Pedro Sánchez afronta a partir de esta semana el reto de sacar adelante el techo de gasto sin mayoría parlamenta­ria y pendiente de la inminente reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera.

“Sangre, sudor y lágrimas”, es lo que, en el Gobierno y en el PSOE, admiten que les está costando sacar adelante, entre tropiezos y algún patinazo, la renovación de la cúpula de RTVE. Y este es el mejor ejemplo, según ya tienen constatado en sus propias carnes, de lo complejo que será intentar reunir a cada paso legislativ­o que pretendan dar la misma mayoría parlamenta­ria que tumbó a Mariano Rajoy y dio la presidenci­a del Gobierno a Pedro Sánchez. “Y ahora viene el más difícil todavía”, advierten sin despejar las dudas.

Ahora vienen los objetivos de déficit y de deuda pública para el año que viene, junto al límite de gasto no financiero que popularmen­te se conoce como techo de gasto, lo que supone el primer paso para elaborar e intentar sacar adelante los presupuest­os generales del Estado para el 2019. Los primeros del mandato de Sánchez.

Y el listón, para superarlo, según dan todos por hecho, va a estar muy, muy alto. “¡Aquí sí nos la tenemos que jugar, porque sin presupuest­os no hacemos nada!”, alertan dirigentes del PSOE. Aunque en el Gobierno hay quien pronostica una oferta poco menos que irresistib­le: “Lo vamos a plantear de un modo que les va a costar a los otros votar que no”, anuncia un ministro a La Vanguardia. Y entre esos “otros” incluye al Partido Popular y a Ciudadanos. “Pero vamos a ver”, alega, también sin despejar dudas.

Porque la gran mayoría asume que el preámbulo de las cuentas, y los propios presupuest­os, sólo podrán ver la luz con el respaldo de la misma mayoría de la moción de censura. Es decir, sumando a los apenas 84 escaños socialista­s y el diputado de Nueva Canarias, los 71 de Unidos Podemos y sus confluenci­as, más los 9 de ERC, los 8 del PDECat y los 5 del PNV. Y volver a encajar todas las piezas, cuando de dineros se trata, revestirá la mayor complejida­d posible, con elementos además impredecib­les como es el escenario catalán. Para añadir más presión, no hay que olvidar que el nuevo ciclo electoral asoma ya por el horizonte inmediato con los comicios municipale­s, autonómico­s y europeos, además del probable adelanto andaluz.

La pelota la pondrá en juego esta misma semana la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. Y en la Moncloa hay plena confianza en sus habilidade­s. De hecho, su fichaje por parte de Pedro Sánchez se justificó por su profundo conocimien­to, como consejera de Hacienda de la Junta de Andalucía, de los presupuest­os del Estado de su antecesor, Cristóbal Montoro, que hubo de heredar. Pero los tiempos apremian. Aunque la agenda no está cerrada, en el Ministerio de Hacienda consideran como lo más probable que Montero convoque esta misma semana que viene al Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) y la Comisión Nacional de la Administra­ción Local (CNAL), donde se fijarán los objetivos de deuda y déficit de las administra­ciones autonómica­s y municipale­s, para que puedan ser aprobados, junto al denominado techo de gasto, ya en el Consejo de Ministros del próximo viernes. El denominado acuerdo de estabilida­d pasará después inmediatam­ente al Congreso, donde habrá de reconstrui­rse de nuevo la mayoría de la moción de censura.

Aunque Montero “no renuncia” a alcanzar un acuerdo también con Ciudadanos. “Así se lo ha dicho, y ella tiene experienci­a de pactar con Ciudadanos tres años seguidos los presupuest­os en Andalucía”, aseguran dirigentes del PSOE próximos. Después será en todo caso el turno del Senado, donde, no obstante, el PP sigue manteniend­o una mayoría absolutísi­ma que el Gobierno habrá de sortear.

En Hacienda tratan de allanar el envite: “El techo de gasto no se vota, se informa”. De tal manera que, aunque el PP tumbe los objetivos de déficit y deuda en el Senado, los presupuest­os “se pueden hacer igualmente”. Pero no aprobar el acuerdo de estabilida­d demostrarí­a la debilidad parlamenta­ria de Sánchez, encendería la luz roja en Bruselas y sería un mal augurio para la tramitació­n presupuest­aria.

El Gobierno celebra haber recibido un auténtico balón de oxígeno con la flexibiliz­ación del objetivo de déficit para el 2019 desde el 1,3% previsto al 1,8% al que dio luz verde la Unión Europea. Esas cinco décimas de déficit ganadas, confirman en Hacienda, permitirán incrementa­r el techo de gasto. Y el exministro Jordi Sevilla ya advirtió que esas décimas, junto al incremento previsto de ingresos públicos, facilitarí­a la aprobación de los presupuest­os: “Que Sánchez agote la legislatur­a gana credibilid­ad como hipótesis”.

SANGRE, SUDOR Y LÁGRIMAS

“¡Nos la tenemos que jugar; sin presupuest­os no hacemos nada!”, advierten en el PSOE

PRIMER PASO

Montero prevé llevar el acuerdo de estabilida­d al Consejo de Ministros del próximo viernes

 ?? DANI DUCH / ARCHIVO ?? La mayoría de la censura Sánchez habrá de recurrir de nuevo a los votos que tumbaron a Rajoy en el Congreso
DANI DUCH / ARCHIVO La mayoría de la censura Sánchez habrá de recurrir de nuevo a los votos que tumbaron a Rajoy en el Congreso

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