Israel bombardea Gaza en “el golpe más duro” a Hamas desde el 2014
El Tsahal lanza una ofensiva sobre la franja en respuesta a las cometas explosivas
Las tensiones de los últimos meses en la frontera de Gaza entre el grupo islamista palestino Hamas y el ejército de Israel estallaron el viernes y derivaron ayer en la mayor ofensiva aérea israelí desde la guerra del verano del 2014.
Cientos de miles de israelíes pasaron la noche del viernes y todo el sábado en refugios ante las continuas sirenas de “alerta roja” por los más de 100 misiles y cohetes lanzados por células de Hamas y del grupo proiraní Yihad Islámica. La fuerza aérea israelí atacó decenas de bases de los grupos islamistas, así como a milicianos que lanzaban proyectiles contra Israel.
Gran parte de los cohetes fueron interceptados por el sistema Cúpula de Hierro o cayeron en territorio despoblado, pero dos lograron impactar en la ciudad de Sderot –en una casa y una sinagoga– y causaron tres heridos. Uno de los bombardeos israelíes al este de la ciudad de Gaza mató a dos adolescentes palestinos, que según Israel estaban en una casa desde la que partía un túnel ofensivo. El impacto causó a su vez 14 heridos. En las ofensivas aéreas, el Tsahal destruyó otros dos túneles islamistas en Jan Yunis. El primer ministro israelí, Beniamin Netanyahu, declaró que Israel había infligido a Hamas “el golpe más duro” desde el 2014.
El Gobierno egipcio así como el enviado qatarí para Gaza en Jerusalén mantuvieron contactos de emergencia con Hamas para intentar evitar que esta explosión violenta se convierta en la cuarta guerra entre Israel y el grupo islamista.
Durante el partido de fútbol del Mundial entre Bélgica e Inglaterra, transmitido por el canal público israelí, a cada momento se podía ver en un rincón de la pantalla las palabras “tzeva adom” (color rojo), y las coordenadas de los refugios donde debía acudir la población de la zona.
El detonante de la reacción militar israelí el viernes fue, por un lado, una granada lanzada desde Gaza que hirió de gravedad a un oficial; pero, sobre todo, las miles de cometas incendiarias que los islamistas han lanzado las últimas semanas sobre los campos de los kibutz junto a la frontera. El viernes, las tropas israelíes mataron a un palestino que intentó cruzar la frontera.
Las imágenes de terrenos agrícolas en llamas provocaron las protestas de la opinión pública israelí, que exigió al Gobierno que pusiera fin a semanas de incendios. Una fuente militar israelí, en declaraciones a este diario, advirtió a Hamas: “Nuestra paciencia se está acabando. Si seguís actuando de acuerdo a los principios de la balanza de terror virtual que creéis haber creado con el Tsahal, os estáis equivocando seriamente y os costará muy caro”.
Ayer por la noche dirigentes de Hamas y Yihad Islámica mantuvieron
Dos chicos palestinos mueren en un ataque, según Tel Aviv contra una casa que ocultaba un túnel islamista
reuniones de emergencia para decidir qué pasos dar, bajo fuertes presiones de la inteligencia egipcia y Qatar para que rebajen la tensión. Portavoces islamistas denunciaron la asfixia a la que está sometida la Franja pero añadieron que no desean que la escalada vaya a más.
La oposición israelí, encabezada por el laborismo y la formación centrista Yesh Atid, acusó al Gobierno de Netanyahu de “ver los partidos del Mundial en Moscú en lugar de acompañar personalmente a la población del sur de Israel”, y exigieron que más allá de las soluciones militares busque también soluciones diplomáticas para evitar una nueva ola de violencia.