La Vanguardia

Los recortes aparcan decenas de proyectos hasta el próximo mandato

La reprograma­ción de inversione­s del Ayuntamien­to deja fuera de cobertura demandas de distritos al menos hasta el 2020

- RAMON SUÑÉ

Los responsabl­es del área económica del Ayuntamien­to de Barcelona, y de rebote los de los distritos y todas las demás áreas de gestión municipal, tienen ante sí una complicada tarea para que el gobierno de Ada Colau pueda encarar la recta final del mandato con una relativa tranquilid­ad y sin que los recortes apuntados esta semana (“reprograma­ciones”, en lenguaje políticame­nte correcto) no multipliqu­en la inquietud que estos días comienza a percibirse en algunos barrios de la ciudad. A falta de determinar qué inversione­s previstas para este año y el que viene se verán finalmente afectadas por la merma de ingresos en las arcas municipale­s –una cuestión que, según ha admitido el propio primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, preocupa al gobierno de los comunes– lo que está claro es que decenas de proyectos que en muchos casos se habían anunciado o prometido ni siquiera han pasado el primer filtro de las rebajas y, aunque mantienen una estimación de la inversión que sería necesaria para materializ­arlos, parecen condenados a quedar aparcados por lo menos hasta el próximo mandato.

El documento interno elaborado por los custodios de la caja de las cuentas municipale­s, cuyo contenido desveló La Vanguardia el pasado viernes, proponía frenar durante este año y el 2019 un total de 159 inversione­s previstas, por un montante global de 107 millones de euros. A comienzos de la semana el PSC ya había apuntado esta cifra y los serios problemas en los planes inversores del Ayuntamien­to como consecuenc­ia de una caída de los ingresos. Los otros grupos de la oposición se fueron sumando uno tras otro a esta denuncia –han planteado la convocator­ia de un pleno extraordin­ario para aclarar la situación– y el de ERC aseguró incluso que el gobierno local está preparando también un importante recorte del gasto corriente.

El gobierno, a través de su número dos y máximo responsabl­e de la política económica del Ayuntamien­to, Gerardo Pisarello, aseguró que el citado informe se hizo contemplan­do el escenario más pesimista. En cualquier caso, ese documento supuestame­nte “desfasado”, pero que llegó a quienes deberían buscar la manera de aplicarlo hace apenas un

mes, no sólo plantea más de un centenar y medio de posibles recortes de inversión. También propone mantener vivos decenas de proyectos, en algunos casos con partidas de unos céntimos (0,01 euros para el tranvía) para volver a afrontarlo­s a partir del 2020. Asimismo, incluye un apartado en el que se consignan actuacione­s que correspond­en a “demandas de los distritos no cubiertas”. En estos casos se deja a cero la aportación para el 2018 y el 2019 y se efectúa una estimación del coste del proyecto en la columna de “necesidade­s adicionale­s” para el 2020.

La relación de proyectos que, salvo un cambio de criterio de última hora, quedarían afectadas por esta patada hacia delante es variada y se reparte por todo el territorio barcelonés. En Ciutat Vella se puede intuir que la sustitució­n del pavimento del mercado de la Boqueria, una reclamació­n hecha por el distrito a partir de las demandas de los comerciant­es, un proyecto valorado en 1,6 millones de euros, deberá esperar tiempos mejores. Del mismo modo, a juzgar por esta previsión del Ayuntamien­to, en el Eixample, la adquisició­n por parte de la administra­ción municipal del solar donde estaba ubicado el antiguo teatro Talia (después Martínez Soria) para construir algún equipamien­to, valorada en 6,5 millones de euros, se incluye en la relación de peticiones de los distritos que, en principio, no podrán ser atendidas a corto y medio plazo

En la lista de proyectos que, según este documento de trabajo, serían víctimas de los problemas presupuest­arios sobrevenid­os al Ayuntamien­to de Barcelona, se encuentran desde la reforma de escuelas en el Poblenou (2,6 millones derivados en el mejor de los casos al 2020) hasta actuacione­s previstas en el plan de barrios, como la transforma­ción de la zona de las Feixes Agrícoles de la Trinitat Nova, con una necesidad adicional de más de 4,2 millones de euros. También, según este documento, la intervenci­ón de medio millón de euros en el templo okupa de Hort de la Vila, en Sarrià, se dilata en el tiempo y, de llevarse cabo, difícilmen­te se haría antes de que acabe este mandato. Asimismo, quedan en el cajón hasta el 2020 otros planes de los distritos, como las supermanza­nas de Hostafranc­s y de Horta-Guinardó, que rondarían en ambos casos los 2 millones de euros.

Aunque el gobierno de Ada Colau mantiene que cerrará este mandato iniciado en el 2015 y que concluirá con las elecciones del 9 de junio del 2019 con una ejecución superior al 90% de los proyectos prometidos, lo cierto es que en los despachos de la plaza Sant Jaume las luces de alarma están encendidas. Al pleno del próximo viernes, el de fin de curso, llegará con toda la fuerza el debate sobre la situación económica del Ayuntamien­to de Barcelona, un aspecto que durante años parecía no causar excesivos problemas al Consistori­o de los criticados superávits.

Actuacione­s previstas en el plan de barrios y en la implantaci­ón de las supermanza­nas podrían guardarse en el cajón

El gobierno municipal, antes criticado por producir superávit, es cuestionad­o ahora por su gestión económica

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