Proyecciones en el Lazareto de Maó
Uno de los momentos culminantes de la edición de este año tendrá lugar el jueves cuando las actividades y proyecciones del festival se trasladen al Lazareto, fortaleza sanitaria situada en una pequeña isla del puerto de Maó donde se aislaba a los infecciosos o sospechosos de enfermedades contagiosas que llegaban del Mediterráneo y parte del Atlántico. “Durante muchos años estuvo cerrado, era un lugar inaccesible incluso para los menorquines. Hace un par de años se recuperó y es un lujo poder disfrutar de actividades culturales allí”, comenta Inés Garrell. Además del aliciente de poder asistir a las exhibiciones en lugares únicos, el Festival de Cine de Menorca organiza también jornadas profesionales, como un encuentro con directores el martes o a dedicada, el día 20, al documental (con intervenciones de Carles Sora, Rubén Casas Oché, Toni Escandell y Carles Bosch, entre otros). Pero más allá de su semana grande, el festival va definiendo cada vez más un modelo pensado para que Menorca sea “una isla de cine durante todo el año”. Sólo en los últimos meses ha celebrado desde proyecciones de películas gastronómicas acompañadas de degustaciones temáticas a una muestra de cine mujeres, una jornada de temática medioambiental o un encuentro de festivales.