Joseba Asiron
ALCALDE DE PAMPLONA
La capital navarra, sacudida hace dos años por el caso de La Manada, cerró ayer los sanfermines con un buena noticia: no ha habido ninguna agresión sexual. “La fiesta sin ley donde todo vale es cosa del pasado”, dijo su alcalde.
La prevención ha funcionado y se han cosechado los mejores datos hasta la fecha. Apenas unas horas después del cierre de los sanfermines, Pamplona hizo un balance muy positivo de sus nueve días de fiestas: por primera vez no se han registrado agresiones sexuales.
Frente a las cinco del 2016 y las dos del 2017, la ciudad celebra por fin poner el contador a cero. La intensa campaña Pamplona libre de agresiones sexistas visibiliza desde hace tres años un problema del que sólo se contemplaba la punta del iceberg, una apuesta que ha acarreado una concienciación social sin precedentes. El rechazo es unánime. “Son unas de las fiestas más seguras para las mujeres, pero hay que seguir trabajando y nunca nos daremos por satisfechos”, subrayó ayer el alcalde, Joseba Asiron.
La erradicación de las agresiones hace que no haya sido necesario activar el amplio protocolo de acompañamiento a las víctimas, para el que se había movilizado a un equipo técnico municipal disponible las 24 horas encargado de facilitar el acceso a los recursos de atención social, sanitarios, psicológicos, judiciales o policiales necesarios. Asimismo, el marco de actuación contemplaba una respuesta coordinada a nivel policial y otra ciudadana e institucional.
Las denuncias por abusos sexuales, que no implican violencia ni intimidación, también han descendido, pasando de doce a seis, todas por tocamientos. La impunidad es mínima y, de los 6 casos, han sido detenidos cinco implicados. “Hemos recuperado los sanfermines que deseamos: la fiesta sin ley en la que todo vale ya es cosa del pasado”, recalcó Asiron.
La sensibilización es máxima y el interés suscitado por el Punto de Información situado en la plaza del Castillo lo delata. En nueve días, 14.620 personas pasaron por la caseta instalada para difundir la campaña y ofrecer un amplio material que incluyó las 26.000 guías informativas editadas en cuatro idiomas sobre “cómo identificar la violencia sexista, cómo frenarla, responder o buscar ayuda y cómo atender”.
La mano roja que simboliza la lucha de Pamplona contra las agresiones ha monopolizado sus fiestas, con una distribución de 40.000 pins, otras tantas pegatinas y 360.000 servilletas. Después de años difíciles agravados por el caso La Manada, el Ayuntamiento destacó ayer el cambio global de la ciudad ante este tipo de violencia fruto del “compromiso” y la “firmeza” de instituciones, ciudadanía y asociaciones. “Es el camino, hay que continuar sin triunfalismos”, destacó.