Borrell pide al Govern diálogo sobre “problemas reales”
El ministro considera los referéndums “profundamente divisorios”
El ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, recetó ayer al soberanismo que racionalice el debate, reconozca la pluralidad de la sociedad catalana y –una vez que la cuestión de la autodeterminación quedó, a su juicio, “zanjada” en el primer encuentro entre los presidentes Pedro Sánchez y Quim Torra– profundice en el diálogo porque existen “muchos problemas reales a los que se puede encontrar solución”. El ministro, de visita en Barcelona, negó que el derecho de autodeterminación cuente con el respaldo internacional que argumenta el independentismo y consideró que los referéndums son “profundamente divisorios y raramente sirven para solucionar problemas”.
El actual titular de Exteriores aprovechó su día libre para clausurar la escuela de verano que Societat Civil Catalana (SCC) celebró durante el fin de semana en la capital catalana. En un tono firme pero conciliador, Borrell defendió el camino del diálogo emprendido por el Ejecutivo de Pedro Sánchez e hizo pedagogía del mismo ante un auditorio en el que coincidieron representantes y simpatizantes de los tres principales partidos que apoyan a la entidad antiindependentista, Cs, PP y PSC. “El Gobierno está haciendo un esfuerzo para empezar a hablar, demostrando empatía, simpatía y buena voluntad” y poniendo en marcha, dijo, “mecanismos para que el diálogo se desarrolle de forma institucional”, como la comisión bilateral Gobierno-Generalitat. Y censuró a aquellos que plantean este diálogo como “una rendición”. “No lo es –afirmó–, es la consecuencia lógica de un Gobierno que quiere encontrar solución a los problemas reales que hay y que se han dejado pudrir durante mucho tiempo”.
Borrell dedicó la mayor parte de su discurso a intentar demostrar que el derecho de autodeterminación no está reconocido en la mayoría de los países ni lo respalda la legalidad internacional, y que el hecho de que España no lo reconozca no convierte su democracia “en débil e imperfecta”. El ministro reconoció que los independentistas tienen derecho a defender su posición, pero que en, ningún caso, eso les otorga una “superioridad moral” ni los convierte en “mejores catalanes”. “Nuestra democracia tiene problemas, claro –admitió–, pero no es la España negra que algunos describen”. También subrayó que los referéndums de autodeterminación celebrados en Escocia y en Quebec se debieron a una “cesión” de los respectivos gobiernos de Reino Unido y Canadá, y no a que se les reconociese tal derecho, porque “si tienes que pedir permiso es que no tienes ese derecho”, argumentó.
“No nos tenemos que dejar comer el coco cuando dicen que España es un país represivo, con derechos y libertades que no funcionan. Una cosa es la impresión que cada uno saca y la otra la realidad objetiva”, afirmó. Y para apuntalar su tesis, repasó la buena puntuación que distintos organismos internacionales conceden a la democracia española.
Respecto a la manifestación que el sábado reclamó la libertad de los presos independentistas y el retorno de los que están al extranjero, Borrell se mostró comprensivo pero descartó opinar sobre la demanda de las formaciones soberanistas de instar a la Fiscal General del Estado a retirar los cargos contra dichos líderes políticos. “Soy el ministro de Exteriores y no soy la persona más juiciosa para opinar sobre este tema”, declaró. El ministro también afirmó que el Gobierno “no puede intervenir” en la euroorden para la extradición de Carles Puigdemont por tratarse de un “diálogo” entre jueces, y defendió “consolidar” ese instrumento “para construir un espacio jurídico europeo” en contraposición a las críticas de algunos partidos.
Como respuesta a lo defendido por Borrell, el president de la Generalitat, Quim Torra, publicó el siguiente tuit: “Declaración de las NN.UU.; tratados internacionales; Escocia y Quebec; decisión de la CIJ sobre Kosovo; derechos históricos de Catalunya. Porque no somos súbditos, sino ciudadanos libres que nos autodeterminamos y nuestro Parlamento declaró políticamente la independencia”.
El titular de Exteriores reclama al soberanismo que reconozca la pluralidad de la sociedad catalana