¿Espacio público?

De un tiempo a esta parte el paseo marítimo de Calafell, sobre todo el tramo de Sant Joan de Déu, ha pasado de ser un espacio lúdico a una carrera de obstáculos. El tramo entre el hotel Miramar y el Kursaal parece más un mercado persa que una zona de esparcimiento. Aún recuerdo a padres y abuelos que años atrás se sentaban a departir en el muro, mientas sus hijos o nietos correteaban por la acera. Hoy han sido sustituidos por manteros que exponen impunemente sus mercaderías, apropiándose del entorno.

Ciclistas, skaters y patinadores circulan a velocidades peligrosas para los viandantes, con un desprecio absoluto por las normas de convivencia. Peligrosidad incrementada por los constantes zigzagueos para evitar atropellos. No nos debe pasar desapercibido que una gran parte de los peatones son niños o personas de edad avanzada. Carritos, sillas de inválidos y animales de compañía conforman el paisaje urbano.

Por otra parte, la mayoría de las terrazas exceden los límites permitidos, lo que da lugar a cuellos de botella que ralentizan el tránsito peatonal. Pero lo más triste de todo es que la autoridad pertinente no toma cartas en el asunto. MIGUEL ÁNGEL MARQUETA Calafell