La Vanguardia

Mataró impone más de 9.000 multas de tráfico con el sistema foto-rojo

- FEDE CEDÓ

Mataró ha encontrado en el sistema fotográfic­o y de vídeo que controla los vehículos que se saltan el semáforo en rojo un filón sancionado­r y recaudator­io. Sólo en el 2017, las cinco cámaras instaladas en varios puntos de la capital del Maresme multaron a 9.289 conductore­s con multas de 200 euros, que conllevan la pérdida de dos puntos del carnet de conducir.

Una sentencia judicial ganada por la entidad Automovili­stas Europeos Asociados (AEA) anuló una sanción impuesta a uno de los asociados en Mataró. Y es que “la probabilid­ad de perder puntos del carnet en la capital del Maresme es 25 veces mayor que en Barcelona”, clama Mario Arnaldo, presidente de la entidad automovilí­stica. “Es un escándalo que dura más de 10 años” y que se ha instalado sólo “como medida recaudator­ia” ya que, según demuestra la entidad, “no ha logrado disminuir la siniestral­idad”.

Con datos de AEA, el Ayuntamien­to de Mataró presupuest­a que puede imponer sanciones del sistema foto-rojo por valor de 4,7 millones de euros, “aunque después apenas recaude 1,9 millones”, critica Arnaldo. Además, apunta que “es insólito que el sistema esté en manos de empresas privadas que aportan un porcentaje al Consistori­o”. En este caso, el Ayuntamien­to de Mataró, reconoce un convenio con la empresa Aluvisa.

La asociación de automovili­stas sentencia que “no hay ningún control metrológic­o ni nadie que garantice el correcto funcionami­ento del foto-rojo”.

En Mataró, según datos aportados desde el Ayuntamien­to, existen dos cámaras con este sistema, en la estación Renfe y en la Baixada de les Espenyes. Las otras tres, ubicadas en la plaza de Espanya, la calle Sant Antoni y la Rambla del Cros, aclaran que son vídeo-rojo, que permite “obtener una secuencia de la infracción” que después es visionada por un agente de la policía local de Mataró.

“Están engañando a la gente”, critica Arnaldo, que plantea el sistema semafórico como “un negocio suculento” del que alguien “obtiene un 70% de comisión”. Es inadmisibl­e para la entidad que, pese a tener una sentencia en contra (el Ayuntamien­to fue condenado a pagar las costas) el foto-rojo siga funcionand­o. “Es un escándalo mayúsculo”, insiste, y recomienda a los afectados “presentar denuncias”.

El gobierno municipal de Mataró aclara que la sentencia cuestiona la fiabilidad técnica del sistema en cuanto “no existe correlació­n metrológic­a” entre los elementos técnicos que componen la denuncia: el semáforo y la imagen captada del vehículo, que no están integrados en un único sistema validado. Aun así, el Ayuntamien­to defiende que los sistemas foto-rojo se limitan a fotografia­r a los vehículos que circulan, estacionan o se detienen en un lugar prohibido, como las paradas de autobús, que no están reguladas por semáforos. Por otro lado, el vídeo-rojo, mal llamado foto-rojo, es una grabación de vídeo de la que se extraen 15 fotogramas para componer la denuncia.

La probabilid­ad de perder el carnet de conducir en Mataró es 25 veces mayor que en Barcelona, según AEA

Según las mismas fuentes, el número de denuncias por foto-rojo ha disminuido un 30% en el 2017. El resultado es una reducción de la indiscipli­na viaria “que denota mayor conciencia­ción de los conductore­s y más eficacia preventiva”.

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