Confidente de Miró y Tàpies
GEORGES RAILLARD (1927-2018) Crítico de arte, autor de libros sobre artistas y escritores
Poeta secreto, Georges Raillard, escritor y crítico de arte, fallecido a sus 91 años, se especializó en un género, el de libros sobre pintores –los más importantes, Joan Miró y Antoni Tàpies– y escritores, que satisfacen al mismo tiempo la curiosidad de los expertos y el interés de los aficionados.
Acogedor, cordial, Raillard compartía sus recuerdos, que se confundían con la historia del arte del siglo XX. Pero seguía activo. Hace apenas tres años publicó un nuevo libro de entrevistas con Miró, que comparte título –Este es el color de mis sueños– con el que el pintor mallorquín diera, en 1925, a un cuadro suyo, hoy en el MoMA de Nueva York.
Raillard nació el primer día de 1927, en Marsella ,y a sus 18 años, licenciado en Letras, comenzó la que sería una larga carrera de profesor y que le llevó en 1959, con su mujer, traductora de portugués, a enseñar en la universidad de Río de Janeiro, en Brasil. Pero más le marcará, entre 1964 y 1969, su estancia en Barcelona como director del Institut Français.
En aquel lustro se forjó su amistad con Miró, a pesar de los 34 años que los separaban y con Tàpies, casi coetáneo. De regreso a París, en 1969, Raillard se zambulló en la realidad creada por Mayo del 68. En su epicentro cultural, precisamente: la universidad Paris VIII, en Vincennes, puro producto del cambio de sociedad detonado en mayo, y una obra en sí porque allí nacieron nuevas disciplinas, desaparecieron otras, se modificó la relación entre estudiantes y profesores. En paralelo, Raillard fue ayudante de cátedra en la prestigiosa Escuela Politécnica, dirigió la sección de arte de la revista La Quinzaine Littéraire y colaboró con distintos periódicos.
En la época en la que todo exigía el calificativo de nuevo (nueva ola cinematográfica y hasta nueva cocina) su interés se fijó en la nueva novela. Y en uno de sus adalides, el ingeniero y funcionario Alain Robbe-Grillet.
Pero también dedicó libros a escritores de diversas escuelas, entre los que destacan su biografía de Aragon y los que tuvieron por protagonistas a Claude Simon o Michel Butor. De todas maneras, en su obra destaca el resultado de sus copiosas conversaciones con Tàpies, con quien publicó en 1994 La syllabe
noire de Tàpies (La sílaba negra de Tàpies) ilustrado con seis litografías, además de prologar el catálogo razonado.
Más profunda parece haber sido su relación con Miró, un hombre que sin embargo no era de fácil acceso. Jean-Louis Prat, legendario director –de 1969 a 2004– de la Fondation Maeght, que fue un segundo hogar y hasta segundo taller para Miró, y que actualmente prepara la retrospectiva Miró, que abrirá el próximo 3 de octubre en el Grand Palais, dijo al crítico Harry Bellet, para explicar la profunda relación que estableció Raillard con el pintor, que “Miró sólo se explayaba con la gente a la que quería y que le merecía confianza”.
El resultado son los libros publicados en 1989, 2011 y 2015 y, antes, el primero, de entrevistas, que salió en 1977 y es, según Bellet, “uno de los más hermosos que haya producido la historia del arte moderno”.
Aunque los cuatro libros, puntualiza, “siguen siendo indispensables a quien necesite profundizar en la obra del artista”.
En fin, en el 2015, Raillard publicó un libro de tono muy personal, que sería también el último de su bibliografía, Le crépuscule rose caresse le sexe des femmes et des oiseaux (el crepúsculo rosado acaricia el sexo de las mujeres y de los pájaros), donde plantea un contrapunto entre las imágenes de Miró y las de los poemas de André Breton.