Geometría popular
Manolo García protagoniza el primer ‘sold-out’ del Festival de Cap Roig
El Festival de Cap Roig culminó el fin de semana registrando el primer sold-out de la edición de este año. El protagonista no fue una estrella de predicamento planetario de las que usan gafas de sol por la noche, sino un barcelonés del Poblenou apellidado García. Se trata, sí, de Manolo. Del Manolo García que primero junto a Quimi Portet en el seno de El Último de la Fila, y más tarde en solitario, ocupa un lugar destacado en la crónica musical de estos lares desde hace algo más de cuatro décadas.
En marzo Manolo García publicó Geometría del rayo, su séptimo disco de estudio desde que iniciara su carrera individual hace exactamente veinte años. Lo presentó en abril en Girona, dando inicio a una gira que, desde entonces, no ha recalado en ninguna otra población de Catalunya. Su actuación de anoche en Calella de Palafrugell, pues, era la única posibilidad para gozar de sus nuevas canciones en tierras catalanas durante este verano.
Ante las algo más de 2.100 personas que llenaban completamente el auditorio construido en este enclave del Baix Empordà, Manolo García salió al escenario acompañado de sus invitados Ivette Nadal y Caïm Riba, a quienes acompañó en la interpretación de dos temas de la cantautora de Granollers, No saps el mal que em fas y En aquest parany. Seguidamente, y ya junto a dos de sus músicos, desgranó una lectura acústica de El frío de la noche, uno de los dieciséis temas que forman parte de Geometría del ra- yo. Luego, con toda la banda en escena –seis músicos, una corista y una enigmática bailarina que manejaba una cámara–, el cantautor prosiguió con piezas antiguas como Fragua de los cuatro vientos y Por respirar, entre otras. El público no tardó demasiado en establecer un lazo de comunicación familiar, e incluso podría decirse que íntimo, con el escenario.
Vestido de oscuro, y con un sillón en el centro de la tarima que daba cierto juego escénico, Manolo García desgranó su cancionero con entrega pero sin estrellitis, lo que no debe confundirse con la falta de carisma, del que este artista va sobrado. Temas nuevos como Humo de abrojos y Las puntas de mis viejas botas formaron parte también del tercio inicial del bolo.
El artista dio gracias al público “por las ganas de alegría, de canciones y libertad que tenemos todos”, en un concierto donde se cortó mucha tela, ya que superó las dos horas y media de duración. Manolo García incidió en más cortes de Geometría del rayo como Ruedo rodaré --haciendo dúo con su hermana Carmen-- o Me gustas --con otro invitado de lujo, Toti Soler, a la guitarra--. También pasó por temas de discos anteriores como A San Fernando, un ratito a pie y otro caminando o Pájaros de barro, amén de recuerdos a los viejos tiempos de El Último vía Sin llaves e Insurrección.
El público, 2.100 personas, estableció un lazo familiar, incluso íntimo, con el cantante de Poblenou