La Vanguardia

‘Sachsen King’ Márquez

El piloto de Cervera logra su novena victoria en el circuito de Sajonia, todas desde el 2010

- TONI LÓPEZ JORDÀ

Cuando se publica el calendario de carreras de cada nueva temporada hay un Gran Premio al que todos ponen una cruz: Alemania. Es territorio Márquez. Su jardín privado. Su circuito fetiche. Desde que disputa el Mundial, el niño de las maravillas, en Sachsenrin­g, el anillo de Sajonia, sólo gana él. Ayer elevó la cuenta a 9 victorias consecutiv­as, todas desde el 2010 –seis seguidas en MotoGP, dos en Moto2 y una en 125cc–. Y lo hizo venciendo con la gorra, de manera insultante, en una carrera táctica en la que atacó y ganó cuando quiso. Márquez ya aventaja en 46 puntos, qué ironía, a Valentino Rossi, y en 56 a Maverick Viñales, que repitió en el podio.

“Lograr nueve victorias seguidas es increíble. Pero cada año aumenta la presión; desde el jueves todo el mundo me pregunta si ganaré...”, explicaba Marc, que se siente en Sachsenrin­g como en su patio de juegos. Tiene una química especial con este trazado, sobre todo por esas 10 curvas a la izquierda (sólo 3 a la derecha) que favorecen su estilo de pilotaje, entrenado en el dirttrack (donde se gira a la izquierda).

Sea como fuera, y a pesar de contar con el favor de la pole (la 9.ª consecutiv­a), Márquez se complicó el inicio de la carrera. “Mi salida no fue perfecta”, admitía. Como podía prever, le pasó un Jorge Lorenzo que volvió a arrancar como un avión. Y como ha hecho en todas las carreras desde Jerez, el mallorquín intentó tirar con fuerza, hasta donde le llevase la aventura. Que en esta ocasión fue hasta la vuelta 12 (de las 30 de la prueba). En la 13.ª, Marc se cansó de jugar.

“Esperaba que Lorenzo me adelantase, pero no Petrucci. Perdí dos posiciones y recuperarl­as no fue fácil. Cuando lo conseguí –vuelta 13–, empecé a tirar para abrir un hueco, aunque sin volverme loco, para controlar el desgaste de los neumáticos hasta el final de la carrera”, relataba Marc, que se hizo con el liderato con un interior a Lorenzo en la curva 13. Jorge no soltó la presa, ató en corto al 93 durante dos giros, pero tuvo que ceder ante el acoso de Rossi por detrás. En cuanto Valentino pasó al balear en una colada, Márquez abrió el gas y puso tierra de por medio para evitarse sustos.

A media carrera, vuelta 16, Marc sacaba un segundo a Rossi, que lograba acercarse en algunos giros. Pero fue un espejismo. “Cuando vi un ‘0,6’ en la pizarra entendí que tenía que aumentar el ritmo y forzar al máximo durante 2 o 3 vueltas, y es cuando he conseguido mi vuelta rápida”. Con un cambio de ritmo disuasorio a falta de 10 vueltas, Márquez sentenciab­a la carrera largándose a más de 2s del italiano. La victoria, 5.ª del año, ya no peligraba.

Por detrás, Valentino aseguraba su mejor resultado del año –“Ha sido la carrera más bonita de la temporada”, decía el Dottore– y Viñales, que superaba a Bautista, Lorenzo y Petrucci, llegaba hasta el tercer puesto y firmaba su segundo podio consecutiv­o.

El Mundial de MotoGP se va de minivacaci­ones (hasta el 5 de agosto) con Márquez más líder, amasando su renta más elevada en lo que va de curso (+46), y sin un rival directo fuerte que le haga sombra.

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“Me dicen que llego a 46 puntos de ventaja sobre Rossi en Sachsenrin­g y lo habría firmado”, dice el 93

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ROBERT MICHAEL / AFP Márquez saltó la valla y celebró el triunfo en la grada con la afición

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