“Tenemos ya el nivel para poder ganar medallas”
David Martín, seleccionador español de waterpolo masculino
David Martín (Barcelona, 2/I/1977) hace un año y medio que se hizo cargo de la selección española masculina. Tenía –tiene todavía– una tarea dura por delante: volver a hacer de España una potencia del waterpolo, después de casi una década de sequía sin colgarse una medalla. “Estamos en el buen camino”, dice convencido a
La Vanguardia este barcelonés que hoy debuta en el Europeo de casa contra Malta (22.15h).
Después de estrenarse en competición en el Mundial 2017 (9.º), la selección ha acelerado el proceso de maduración este 2018 con la plata en la Europa Cup y el bronce en la Liga Mundial. ¿En qué momento están de madurez?
El verano pasado fue un poco difícil porque empezamos con un equipo casi nuevo, con muchos novatos, probamos a gran cantidad de jugadores y a la hora de la verdad (el Mundial 2017) no salió como esperábamos. Nuestro nivel era más alto, realmente, que la 9.ª plaza. Pero adelantamos mucho trabajo. Hemos tenido la suerte de competir en invierno en la Europa Cup y en la Liga Mundial, y eso ha dado más rodaje al equipo. Con nuevos sistemas de juego hemos dado un salto de calidad. Ahora llega lo más difícil, que es consolidarnos entre las grandes potencias, nuestro objetivo. Vamos por el buen camino.
Decía hace un año que quería conformar un equipo “para llegar en plenas condiciones” al Europeo de casa. ¿Ya las tienen?
Teniendo en cuenta el proceso natural de los jugadores, que los jóvenes se acostumbraran a competir en el alto nivel internacional, creo que llegamos mucho más preparados. La idea era renovar el equipo, pero llegar con un grupo de muchas garantías al Europeo. Y creo que el proceso se ha culminado llegando aquí con el mejor equipo posible.
Hace 17 años que no ganan un oro (Mundial 2001) y 9 que no se cuelgan una medalla (plata en Ro- ma 2009). ¿Es ahora el momento de romper la sequía?
No creo que España deba estar tan lejos de las medallas, pero este paso que parece tan pequeño es el más complicado. Estamos conformando un equipo joven, con jugadores de mucho talento. Estoy convencido de que a corto-medio plazo podemos tener una selección muy potente. Cuando España rompa la barrera de ganar una medalla, estoy seguro de que puede venir un ciclo ganador, de estar siempre luchando por las semifinales. Hace falta que rompamos esta maldición y el equipo mentalmente irá hacia arriba y seremos muy peligrosos.
La ocasión la pintan calva: más experiencia, juegan en casa...
¡Y tanto! Creo que tenemos ya el nivel para poder ganar medallas; pero es un Europeo, hay 7 u 8 selecciones con un nivel muy alto. Pero jugar en las Picornell es brutal. Tuve la suerte de hacerlo como jugador y como entrenador y es una piscina mágica.
En el 2017 empezó un proceso de renovación con 6 jugadores nuevos respecto de los 13 de Río. La novedad más importante ahora es el regreso de Felipe Perrone.
El bloque es similar al del Mundial 2017, es importante que los jugadores que ya se conocían sigan en la línea. Es cierto que hay jugadores que han cambiado de rol, en la estructura, haciendo un trabajo que no hacían. Felipe es un jugador con mucha experiencia. Tiene que ayudar a los jóvenes a jugar los minutos complicados.
¿Ha implantado ya su sello de juego explosivo, alegre, rápido...?
Estamos en el camino. No tengo mucho tiempo para poder trabajarlo, pero cada vez el equipo presenta un sistema de juego más identitario de España. Lo debemos ir puliendo.
¿Qué aspectos debe mejorar?
Sobre todo, ser un equipo más ordenado, que no cometa tantos errores, que es lo que nos penalizó el año pasado. El objetivo es que España sea un equipo más serio, con más oficio, que no regalemos goles, y que sea duro, rápido en el contraataque, y muy incómodo para los rivales.
¿Con qué se dará por satisfecho cuando acabe el día 28 el torneo?
Me daré por satisfecho si veo que el equipo ha crecido, que estamos en la línea de crear un grupo muy fuerte para los Juegos del 2020, y si puede ser con una medalla, sería culminante. Pero sobre todo quiero ver que la evolución va a toda prisa, que todo el mundo vea que este equipo no tiene nada que ver con el del verano pasado. Si hacemos eso podemos ganar medalla.
“Queremos ser un equipo más serio, duro, de más oficio, rápido a la contra e incómodo para los rivales”
“El reto es consolidarnos entre las grandes potencias; a corto plazo podemos tener una selección muy potente”