Golpe a la campaña del Brexit que lideró Johnson
Multa a Vote Leave por violar la ley de financiación electoral
Casi siempre que se menciona la palabra Brexit se habla de desacuerdo, de complicadas reuniones y de malabarismos en la política, pero esta vez la polémica no se centra en las negociaciones sino en que la Comisión Electoral británica ha multado a Vote Leave con 61.000 libras esterlinas (unos 68.000 euros) por violar las leyes electorales. El movimiento que hizo campaña a favor de la salida del Reino Unido de la UE sufrió así un duro golpe.
Todos los grupos podían gastar en la campaña un máximo de 7 millones de libras (unos 7,9 millones de euros), pero Vote Leave superó este límite al utilizar medio millón de libras adicionales que provenían de otro sector pro Brexit llamado Beleave. El resultado del referéndum celebrado el 23 de junio del 2016 fue tan ajustado (51,9% a favor de salir y 48,1% a favor de quedarse) que algunos consideran que este fraude pudo decantar la balanza en favor del divorcio con Europa.
Aparte de la multa, la Comisión Electoral británica ha enviado sus conclusiones a la policía para que David Halsall, representante de Vote Leave, y Darren Grimes, fundador del grupo Beleave, den explicaciones sobre su actuación en este caso. Ambos niegan que las acciones concertadas de los dos grupos fueran utilizadas para sortear el límite de gastos electorales y aseguran que las acusaciones responden a motivos políticos. Se da la circunstancia que el líder de Vote Leave fue Boris Johnson, el exalcalde de Londres que luego fue ministro de Asuntos Exteriores en el Gobierno de Theresa May, cargo que dejó hace unos días por su discrepancia con el Brexit suave que defiende la primera ministra.
El Parlamento británico está aprobando estos días distintas leyes sobre la desconexión con la UE. Ayer fue el turno de la ley de Comercio, que sienta las bases para los futuros tratados internacionales. Un parlamentario conservador rebelde presentó una peligrosa enmienda, la temida cláusula 18, apoyada por los laboristas, según la cual si no se llegaba a un acuerdo antes del 21 de enero del 2019, el Reino Unido debería permanecer en la unión aduanera, algo a lo que May se niega.
La enmienda no prosperó pero el resultado fue muy ajustado: 301 votaron a favor y 307 en contra. Este margen demuestra la debilidad de la primera ministra, que ayer tuvo en contra a un significativo número de parlamentarios de su propio partido.
Y es que May no gana para sustos. El día anterior consiguió por los pelos (305 votos a favor y 302 en contra) que se aprobara la ley de Aduanas y eso lo logró después de que el Gobierno aceptara varias enmiendas de los conservadores que quieren un Brexit duro y que amenazaban con bloquear el plan de salida. Esta cesión puede ser vista como una traición al libro blanco sobre el Brexit acordado el pasado día 6 en la residencia campestre que la primera ministra tiene en Chequers.
La ley aprobada con estas enmiendas puede ser una propuesta poco aceptable para la UE, ya que incluye la exigencia de descartar la creación de una frontera dura con Irlanda para garantizar que Irlanda del Norte siga bajo el régimen jurídico británico. El Reino Unido, que ayer aceptó permanecer en la regulación comunitaria sobre medicamentos, no quiere formar parte del sistema europeo del IVA ni recaudar aranceles en nombre de Bruselas a no ser que el resto de la UE haga lo mismo con el Reino Unido.
May gana una ajustada votación en los Comunes a favor de su estrategia comercial con Bruselas