Murales paleolíticos
Los arqueólogos hallan más tesoros en la Cova Gran de Santa Linya y alertan de graves riesgos
Los arqueólogos han encontrado en la Cova Gran de Santa Linya nuevos tesoros rupestres que se unen a los ya descubiertos el año pasado y que constituyen el conjunto de manifestaciones artísticas más antiguo de Catalunya.
Un importante yacimiento catalán de arte paleolítico está en riesgo. Los arqueólogos encontraron en el 2017 en la Cova Gran de Santa Linya (Lleida) las manifestaciones artísticas más antiguas en territorio catalán. Se trata de nueve grabados y puntos de pintura rupestre correspondientes al paleolítico, los únicos documentados hasta la fecha en Catalunya, donde sí abundan las representaciones neolíticas. Un año después de este importante hallazgo, catalogado como Bien de Interés Nacional, los arqueólogos, según un reportaje de Sílvia Colomé en La Vanguardia Digital, están inmersos en una nueva campaña de excavación y han dado a conocer otro tesoro: la representación de una cabeza de ciervo trazada sobre un hueso que corresponde al magdaleniense, el mismo periodo que los grabados. El problema es que la escalada y los desprendimientos ponen en riesgo el yacimiento.
“No sabemos todavía lo que hay aquí abajo”, comenta expectante el arqueólogo Rafael Mora, catedrático de Prehistoria de la Autònoma, al referirse al importante yacimiento, el único de Catalunya con una secuencia ininterrumpida de ocupación desde el 50.000 al 3.000 a.C. y que ya lleva 15 campañas de trabajos. En realidad, lo que le preocupa al jefe de excavación no es lo que se halla bajo tierra, sino que los grabados paleolíticos están a la vista y al alcance de todos, a menos de dos metros de altura. Y no sólo eso, se ha detectado también un bloque de piedra en lo alto de la Cova Gran (que en realidad es un enorme abrigo de unos 25 metros de alto y 50 de largo) en riesgo de desprendimiento. “Es peligroso”, alerta Mora antes de detallar que, además, a cada lado del bloque hay “vías de escalada”.
Y ahí radica el mayor problema. La Cova Gran, además de un paraíso arqueológico también lo es para los amantes de la escalada: figuras como Jason Momoa (Khal Drogo en Juego de Tronos) ha puesto allí a prueba sus habilidades junto a Chris Sharma, uno de los mejores escaladores de la historia. “Un año después de encontrar los grabados, ha habido tiempo de dar los primeros pasos para protegerlos”, recrimina Mora y advierte del daño que pueden provocar “los golpes, los pies de gato o el magnesio” de los escaladores. “Se pone en riesgo un patrimonio irrecuperable”, alerta.
Aunque la cueva también está catalogada como Bien de Interés Na- cional, “la escalada, desgraciadamente, no está prohibida”, explica Maite Miró, responsable de Arqueología y Paleontología de Patrimoni Cultural. “La intención es proteger los grabados”, afirma, y reconoce que la situación política en Catalunya “paró cualquier tipo de actuación” los últimos meses. También explica que se están realizando estudios para ver cómo “se implementa” la protección. Para los arqueólogos, el tiempo apremia, ya que en setiembre empieza una nueva temporada de escalada en la cueva. Lídia Ber, alcaldesa de Les Avellanes, de donde depende el pueblo de Santa Linya, insiste en compaginar tanto como se pueda las dos actividades. “Estamos trabajando con el pueblo y hay plena colaboración con los arqueólogos”, defiende. Sobre el bloque de piedra que amenaza con caer, detalla que “se detectó el año pasado y se tiene que estudiar con los geólogos la intervención más adecuada, ya sea coser la piedra, hacerla caer o señalizar la zona para que no pase nadie”. Los arqueólogos son los que han acabado limitando el lugar para evitar daños.
Uno de los proyectos presentados para preservar los grabados es museizar el lugar. “La Cova Gran permite hacer un recorrido por el mundo del Neolítico sin dañar el yacimiento, mediante recreaciones”, detalla Mora, que no obstante se conforma con “colocar unas placas transparentes delante de los grabados para protegerlos e interpretarlos y evitar que se escale encima”.
El yacimiento está amenazado por la escalada y la situación política ha paralizado cualquier actuación