Park Geun Hye
EXPRESIDENTA DE COREA DEL SUR
La justicia surcoreana condenó ayer a ocho años de prisión a la expresidenta Park Geun Hye por recibir de manera ilegal dinero del Servicio Nacional de Inteligencia y tratar de interferir en la elección de candidatos electorales de su partido.
El Tribunal del Distrito Central de Seúl condenó ayer a ocho años de prisión a la expresidenta surcoreana Park Geun Hye por haber recibido de manera ilegal fondos del Servicio Nacional de Inteligencia (NIS) y tratar de interferir en la elección de los candidatos electorales de su partido.
La fiscalía pedía 15 años de cárcel para Park por los delitos de malversación, aceptación ilícita de fondos y soborno. El tribunal la absolvió a de este último cargo al no encontrar pruebas suficientes.
La nueva sentencia la señala culpable de recibir unos 3.500 millones de wones (2,64 millones de euros) procedentes del NIS entre el 2013 y el 2016, así como de interferir en la elección de los candidatos de su partido, el conservador Saenuri, para las elecciones del 2016. La expresidenta deberá también pagar una multa de 3.300 millones de wones (2,49 millones de euros).
Estos ocho años de cárcel se suman a los 24 años a los que Park ya fue condenada en abril pasado por corrupción, a raíz del escándalo bautizado como de la Rasputina. Ese caso, por el que la oposición forzo su destitución en marzo del 2017, salpicó también al vicepresidente de Samsung, Lee Jae Yong, que fue condenado a cinco años de prisión. La exmandataria fue condenada por la trama de corrupción y tráfico de influencias en la que participó junto a su amiga y consejera Choi Soon Sil, conocida como la Rasputina porque, como el místico ruso Rasputín en la zarina, ejercía una gran influencia sobre Park a pesar de no ocupar ningún cargo oficial. La Rasputina, condenada a 20 años de prisión en febrero de este año, ejercía de enlace entre la presidenta y las empresas a las que extorsionaba.
Park, que defiende que los dos juicios a los que ha sido sometida tienen motivaciones políticas, alegó motivos de salud para no presentarse ni ayer ni en abril pasado a la lectura de las sentencias. Esta última condena es una estocada final para Park Geun Hye, quien antaño gozó de gran popularidad tras convertirse en la primera mujer presidenta de Corea del Sur al ganar las elecciones del 2012 por más de un millón de votos de diferencia. Park despertaba mucha simpatía entre los sectores más conservadores del país, que la veían con buenos ojos por ser la hija del dictador anticomunista Park Chung Hee.
Pero la condena de ayer podría ser sólo un punto y seguido para Park, pues también ayer la Fiscalía surcoreana presentó una apelación para elevar la pena que recibió en abril de 24 a 30 años.