La Vanguardia

La justicia alemana cierra el caso Puigdemont y le deja salir del país

El entorno del expresiden­t asegura que su regreso a Bélgica no es tan inminente

- MARÍA-PAZ LÓPEZ JAUME MASDEU

Carles Puigdemont tiene desde ayer autorizaci­ón para abandonar Alemania, después de que el Tribunal Superior Regional de Schleswig-Holstein (SH) haya levantado las medidas cautelares que, en virtud del procedimie­nto de extradició­n solicitado en su día por el juez Pablo Llarena, le impedían salir del país a la espera de la resolución de su caso. La negativa de Llarena a aceptar la entrega de Puigdemont a la justicia española por sólo malversaci­ón y no por rebelión, en un auto que hizo público el jueves, se materializ­ó ayer en un conjunto de trámites oficiales para cancelar el proceso. Sin embargo, aunque Puigdemont es ahora libre de marcharse cuando quiera, su entorno asegura que su retorno a Bélgica no es inminente. En concreto, estas fuentes indican que la autorizaci­ón recibida no tiene por qué acelerar su retorno a Bélgica. Vamos a ir “poco a poco”, añadieron estas fuentes.

La casa de Waterloo ha seguido abierta durante todo este tiempo, con la presencia regular de los tres exconselle­rs residentes en este país. El único cambio, y es anecdótico, es la previsión de disponer de una bandera europea para colocarla al lado de la senyera cuando Puigdemont regrese.

De resultas de la retirada de la euroorden, Puigdemont puede ahora circular por toda Europa e ir a cualquier país del mundo, si bien cuando caduquen su pasaporte y su DNI tendría que acudir a un consulado español a renovarlos –cosa improbable por su parte–, lo cual restringir­ía sus movimiento­s, aparte de que, de reactivars­e la orden internacio­nal de detención, otros países podrían ser proclives a entregarle. Si entra en España será detenido, pues la orden de detención nacional sigue vigente. El delito de rebelión que le atribuye el juez Llarena prescribe al cabo de 20 años.

Sin embargo, tanto el equipo jurídico de los exconselle­rs como Lluís Puig manifestar­on a este periódico que confían en regresar a España mucho antes. Según el abogado Gonzalo Boye, volverán “en un tiempo razonable” que no quiso concretar. Por su parte, Puig confía en recurrir al Tribunal Europeo de Derechos Humanos. “Entre los 20 años que muchos nos desean y volver cuando lo decida el Tribunal de Estrasburg­o hay una gran diferencia”, dijo Puig, que considera que viendo el pronunciam­iento de los tribunales de varios países europeos, los jueces de Estrasburg­o les darán la razón. “Ganaremos nuestra demanda, porque es un petición de hacer política, de dialogar”, afirmó el exconselle­r,y añadió que se está demostrand­o “el éxito de la internacio­nalización” del procés.

Desde su excarcelac­ión el pasado 6 de abril por decisión tomada el día anterior por el Tribunal de SH, Puigdemont ha vivido primero en Berlín y luego en Hamburgo, en libertad provisiona­l bajo fianza de 75.000 euros y con la obligación de personarse cada martes ante la policía alemana. El expresiden­te de la Generalita­t había sido detenido el 25 de marzo, tras lo cual pasó 12 días en la cárcel de Neumünster.

“La sala primera de lo penal del Tribunal Superior Regional de Schleswig-Holstein ha decidido, a petición de la Fiscalía General, levantar las medidas cautelares para la extradició­n contra el expresiden­te regional catalán Carles Puigdemont, después de que la justicia española haya rechazado el 19 de julio su entrega”, rezaba el comunicado de ayer del tribunal.

En efecto, el rápido despacho matinal de trámites en la ciudad de Schleswig incluyó la confirmaci­ón oficial de la Fiscalía General de la recepción del auto del juez del Tribunal Supremo español, con cuya decisión “queda eliminada la base del procedimie­nto de extradició­n”, dijo la Fiscalía en una nota. El ministerio público de SH solicitó entonces la cancelació­n de la orden al tribunal, que lo hizo de inmediato.

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JAUME SELLART / EFE Más cerca de casa. Carme Forcadell fue trasladada ayer a la cárcel del Catllar, donde un grupo de manifestan­tes pidió su libertad

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