Expansión del gasto público
EL Gobierno ha aprobado un aumento del 4,4% del techo de gasto para el 2019, hasta los 125.064 millones de euros, lo que supone un aumento que está por encima del crecimiento nominal del producto interior bruto previsto (PIB). Ello configura que su objetivo es elaborar unos presupuestos generales del Estado con carácter expansivo con la intención de garantizar la buena marcha de la economía, el ritmo de creación de empleo y la financiación del giro social que pretende.
El nuevo techo de gasto guarda coherencia con el establecimiento de una senda de consolidación fiscal más flexible que la vigente hasta ahora. Así, el objetivo de déficit público, como se ya se había anunciado, se elevará hasta el 1,8% del PIB el año próximo, el 1,1% en el 2020 y el 0,4% en el 2021, porcentajes que están por encima del 1,3%, el 0,5% y el superávit previstos por el gobierno del PP.
El equipo económico que ha tomado las riendas del país, con las ministras Nadia Calviño al frente de Economía y María Jesús Montero en Hacienda, pese a todo, ha elaborado unas previsiones de crecimiento económico más prudentes que las que había hasta ahora. Así estiman que la economía española crecerá este año el 2,7%, el 2,4% el siguiente, el 2,2% en el 2020 y el 2,1% en el 2021, como consecuencia de una ligera desaceleración del consumo y de la inversión a causa del mayor precio del petróleo y de las esperadas subidas de tipos de interés por parte del Banco Central Europeo. Pese a todo, estiman que los próximos tres años se podrá crear en España otro millón de puestos de trabajo y llegar a situar el mercado laboral por encima de los veinte millones de ocupados en el 2020, los mismos que había antes de la crisis, tal como también había previsto el anterior gobierno del PP.
Precisamente es del PP, que tiene mayoría parlamentaria en el Senado, de quien depende que la nueva senda de estabilidad fiscal aprobada ayer pueda salir adelante. El portavoz popular en el Congreso, Rafael Hernando, ya ha advertido que no apoyarán la nueva senda de estabilidad si implica un mayor gasto, un mayor déficit y más deuda, ya que ello supone ir en la dirección contraria que se ha seguido en los últimos años.
De que se aprueben o no los objetivos de déficit depende, según dijo la ministra de Hacienda, que la Seguridad Social y las autonomías puedan disponer de 6.000 millones más de euros para gasto social que, en cualquier caso, irían a cargo de mayor endeudamiento del Estado. El debate económico está, pues, abierto en el Parlamento.