La Vanguardia

El intento de robo de un anillo de siete millones en Barcelona

El ladrón utilizó una caja de magia para llevarse la joya

- MAYKA NAVARRO

El atraco a mano armada el lunes pasado en una joyería del Ànec Blau de Castelldef­els devolvió a la actualidad los relegados robos en estos establecim­ientos. Hace tiempo que dejaron de ser objetivo de los nuevos atracadore­s, y los viejos se lo piensan dos veces antes de jugársela por botines tan arriesgado­s. Sólo las bandas itinerante­s, las denominada­s lanzaderas, integradas principalm­ente por ciudadanos colombiano­s o chilenos, protagoniz­an algún que otro golpe importante, como el último en el Garraf.

Las estadístic­as evidencian esa falta de interés. El año pasado no llegaron a la docena los atracos en joyerías catalanas. El descenso empezó hace una década. En el 2013 no se alcanzó el medio centenar. Y eso que venimos de unos años noventa en los que en la capital se contaban por decenas los asaltos violentos.

Todos han puesto su granito de arena en el descenso. Los joyeros fueron los primeros que invirtiero­n en seguridad y autoprotec­ción. Hace unos años, los protagonis­tas de los asaltos fueron las bandas de ciudadanos del Este que se especializ­aron en robar joyerías tras destrozar a mazazos los escaparate­s más lujosos. Lo hacían en pocos segundos y a plena luz del día. Antes, se atrevieron empotrando vehículos contra los aparadores. Una acción improbable en estos tiempos con los elementos físicos que se levantan en las fachadas para evitar esta modalidad de robos.

Durante la última década, los distintos gremios de joyeros han trabajado con las fuerzas de seguridad, los Mossos d’Esquadra, la Policía Nacional y la Guardia Civil para avanzar en prevención y seguridad.

Las meticulosa­s investigac­iones policiales de las distintas unidades especializ­adas en atracadore­s y las cada vez más dificultad­es que tienen estos delincuent­es para blanquear las joyas robadas también han forzado la búsqueda de nuevos objetivos. Y la banda más legendaria del sector, los Pink Panthers, hace años que no protagoniz­a ninguno de sus espectacul­ares asaltos.

Aunque para robo de película el protagoniz­ado la semana pasada por un discreto ladrón. Mientras todos los focos y miradas se posaban sobre lo que había ocurrido en Castelldef­els, en una reputada joyería del paseo de Gràcia, Bulgari, un individuo trataba de perpetrar uno de los robos más asombrosos de los que han trascendid­o en los últimos tiempos, y del que ha tenido conocimien­to La Vanguardia a partir del relato de personas relacionad­as con el establecim­iento.

Ocurrió el miércoles pasado y aún no eran las tres de la tarde. En jornadas anteriores, un individuo adquirió a través de un comercial de la casa de joyería un anillo valorado en más de siete millones de euros. Sí, sí, han leído bien, siete millones de euros. La pieza estaba depositada en la caja fuerte de la tienda que Bulgari tiene en Barcelona, mientras se últimaba el pago.

Al establecim­iento llegó un individuo en nombre del comprador. Quería verificar el estado de la pieza. Traía consigo una caja y pidió a las dependient­as que introdujer­an el anillo en su interior, porque la jo- ya quedaría precintada. Era una petición del comprador, para estar más tranquilo. Accedieron.

Pero la caja tenía truco. Se trataba de una especie de instrument­o de magia, con un doble fondo. El anillo fue introducid­o en la caja y en algún momento del proceso, aquel hombre logró sacar con gran habilidad la joya del compartime­nto secreto y guardarla discretame­nte en su bolsillo. Algún detalle, algún gesto debió despertar la sospecha de los dependient­es. Con absoluta discreción, quisieron comprobar que el anillo continuaba en el interior de aquel estuche, antes de guardarlo en la caja fuerte del establecim­iento. Y en ese instante comprobaro­n que allí dentro no había nada.

Los empleados accionaron la alarma de atraco, indetectab­le para los que están en el interior. Una patrulla de los mossos se personó en la joyería. El anillo fue localizado en uno de los bolsillos de aquel intermedia­rio. El hombre quedó detenido y acusado de una tentativa de hurto. Un robo de película si hubiera logrado huir de allí con siete millones de euros en un solo bolsillo.

LAS CIFRAS DEL DESCENSO

El año pasado no llegaron a la docena los asaltos a mano armada en estos locales

UN INTENTO DE ROBO MÁGICO Un individuo intentó llevarse una pieza de más de siete millones de euros en el bolsillo

 ?? XAVIER GÓMEZ ?? Buscar huellas. Un mosso de la policía científica en una joyería de Barcelona tras un robo en el 2010
XAVIER GÓMEZ Buscar huellas. Un mosso de la policía científica en una joyería de Barcelona tras un robo en el 2010

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