Sílvia Pérez Cruz
Estrenarán el 9 de agosto una colaboración sobre un repertorio aún por definir
CANTANTE
La cantante Sílvia Pérez Cruz y el pianista Mario Mezquida, dos de los músicos más destacados de su generación, se han aliado para ofrecer por primera vez una muestra de su arte conjunto en el Festival Castell de Peralada.
La cantante Sílvia Pérez Cruz y el pianista Marco Mezquida, dos de los talentos musicales más incuestionables de su generación, han decidido hacer coincidir sus caminos y su arte por primera vez ante el público el próximo 9 de agosto en el Festival Castell de Peralada. Un encuentro excepcional que en palabras de la artista ampurdanesa vendrá a ser “una conversación musical con muchas puertas abiertas y mucha libertad”.
El pianista menorquín –una delas figuras más prolíficas y originales de la escena musical española, desde el jazz a la vanguardia– confesó ayer en la presentación del concierto realizado en el Palau de la Música barcelonés que “el dúo es un tipo de formación humilde pero con mucho potencial”, para añadir a continuación que en un concierto de estas características “no es tan importante el repertorio como la libertad con la que lo abordamos”. El recital que tendrá lugar en el Auditori Parc del Castell será el primero de una serie que les acercará también a Sevilla, Gijón, A Coruña, Bilbao y Noruega a partir del próximo mes de noviembre. También habrá una presentación en Barcelona aún por concretar.
Esta espera hasta dentro de unos meses es normal tratándose de dos músicos con unas agendas extremadamente cargadas, en el caso de Sílvia Pérez Cruz con una obra que se ha podido degustar en Barcelona hace pocos días, ese poderoso espectáculo titulado Grito pelao junto a Rocío Molina. “Esta unión con Marco es lo contrario que Grito pelao –explicó ayer la artista de Palafrugell–. El espectáculo con Molina tiene mucha forma, mucho concepto, y el de Mezquida es una inyección de música pura”. Aún así, confesó estar muy satisfecha con “lo mucho que he aprendido con esa obra”, porque se trata de un montaje (que bajará el telón el 11 de octubre en el Théâtre National de la Danse-Chaillot de París) que le ha permitido relacionarse intensamente con otras artes, como el teatro y la danza, que siempre le han interesado, aunque reconoció que ahora el cuerpo le pide “música sin explicaciones”.
Preguntado sobre lo que creen que se encontrará el público que acuda al estreno de Peralada, Marco Mezquida fue poco específico, aunque aseguró que lo que no faltará es “frescura y vibración”, en una velada en la que él cree que tendrá especial protagonismo la improvisación. “No será un concierto de jazz o de canciones o de flamenco, sino que será algo diferente a todo eso, que puede variar cada día o que podemos variar poco antes de hacerlo”. Para Pérez Cruz, ese encuentro musical le remite a “las antiguas jam” y lo definió como “un primer baile”, con “la esencia y la autenticidad de los encuentros entre dos amigos que tienen cosas que contarse y cosas que contar”.
Esa vaguedad sobre la materia prima sonora en la que están trabajando les empujó también a no detallar el repertorio que más o menos tienen en mente: según la cantante, “hemos hablado de ello, pero puede cambiar”, especialmente ahora que, tras el estreno de Grito pelao en el festival Grec, se encuentra “más calmada” y le pueden venir “nuevas ideas”.
Con todo, ambos avanzaron que habrá versiones, temas de Pérez Cruz y, quizás, algún tema del pianista y compositor menorquín, que también recordó que la primera vez que escuchó a su ahora cómplice musical fue en el concierto de graduación que ella ofreció en la Escola Superior de Música de Catalunya (Esmuc) en el 2009, “cuando estaba embarazada de ocho meses”, apostilló ella. Desde entonces, la admiración fue constante.