Un arma en la impresora
La justicia estadounidense ha dado luz verde a la descarga de archivos para elaborar armas de fuego a nivel doméstico mediante impresoras 3D.
Un acuerdo del Departamento de Estado de Estados Unidos con la compañía Defense Distributed, que había demandado al Gobierno, permitirá que a partir del próximo 1 de agosto cualquier persona pueda descargarse los archivos para construir mediante una impresora 3D los componentes de un arma de fuego. El Ejecutivo estadounidense prohibió en el 2013 la descarga de la pistola Liberator que la empresa ponía gratis a la disposición del público.
En el año 2015, Defense Distributed, fundada por el abogado tejano Cody Wilson, demandó al Gobierno. El acuerdo, que incluye el pago al demandante por costes judiciales asumidos, abre una incierta era en la que cualquier persona podrá construirse un arma en plástico ABS, indetectable en los controles de seguridad de metales y sin números de serie que permitan seguir sus orígenes.
Al tratarse de archivos que se descargan por internet, su distribución le permite sortear las fronteras. La empresa calcula que, antes de la prohibición de descargas del 2013, unas 100.000 personas habían obtenido online los archivos para construir la pistola Liberator. Una parte de esas descargas del arma se hicieron desde España. La página web de Defense Distributed define su archivo de armas de dominio público como “una biblioteca online y un depósito de modelos CAD dedicado al avance de la armería estadounidense y a la expansión de la Segunda Enmienda” de la Constitución de Estados Unidos, que protege el derecho del pueblo estadounidense a poseer y portar armas.
Defense Distributed muestra ahora en su web varias armas para ser descargadas e impresas en impresoras 3D y anima a los entusiastas de las armas a contribuir al catálogo con nuevas creaciones.