Ciento treinta millones por Ronaldo
Cuáles son las razones por las que el fútbol está perdiendo su gran capacidad para entretener y está empezando a concentrar preocupación en las sociedades occidentales? Hubo un tiempo en que el fútbol era utilizado por la política como excelente estratagema para tener entretenidos a sus ciudadanos. El mayor espectáculo del mundo, el fútbol, ha sido considerado como el opio del pueblo, haciéndose suya la expresión que Karl Marx utilizó para censurar la influencia de la religión en la sociedad. El mítico Helenio Herrera, que entrenó a la Roma, Milán y FC Barcelona entre los sesenta y los setenta, en una entrevista explicó que “el fútbol sirve para distraer a los jóvenes de actitudes contestatarias. Sirve para tener tranquilos a los trabajadores. Sirve para no hacer la revolución. Como hace Franco en España con las corridas de toros”.
Cuarenta y ocho años después, los trabajadores de Fiat con sede en Turín, donde jugará Ronaldo en la Juventus, han decido ir a la huelga por considerar “inaceptable” el fichaje por ciento treinta millones de la estrella portuguesa. Los trabajadores se han sentido irritados ya que el fichaje se ha podido realizar gracias al concurso de la familia Agnelli, principal propietario de Fiat y la Juventus. Su pregunta es: “¿Es normal que una sola persona gane millones mientras que miles de familias tienen un salario que no les permite llegar ni a mitad de mes?”. El político italiano Vittorio Sgarbi advirtió que “es una vergüenza pagar a Cristiano ciento treinta millones de euros, es una forma de violencia contra los valores”. El fichaje de Ronaldo ha encendido los ánimos de una parte de la sociedad italiana, que hace pocos meses ha encumbrado al poder con sus votos a los populistas de la Liga Norte y del Movimiento 5 Estrellas.
El fútbol que “distraía a los jóvenes” ahora enerva a estos y a sus padres. La situación que se está viviendo en el fútbol empezó a coger forma con la crisis económica del 2006, donde muchos aficionados advirtieron la injusticia de verse sin trabajo mientras los clubs gastaban millones por jugadores y técnicos a los que ellos contribuían a pagar con su cuota de socios. La repulsa al fichaje de Ronaldo no tardará en pasar pero la situación que hoy vive Italia, sumada a las vividas en España por el fichaje de Bale o Neymar, van contribuyendo a fijar la idea de que el fútbol ya no sirve para tener tranquilos a los ciudadanos.