Isabel II no hará conde al novio de la princesa Eugenia
La hija de los duques de York será la señora Brooksbank
La nieta de Isabel II, Eugenia de York, que se casará el próximo 12 de octubre con Jack Brooksbank, saldrá de la iglesia siendo la señora Brooksbank. Sin más. A diferencia de la última boda real, en la que la novia, Meghan Markle, lo hizo como duquesa de Sussex, en esta ocasión el novio no recibirá como regalo de la reina un título nobiliario. Así el ahora empresario –y antaño camarero– seguirá siendo un plebeyo tras pasar por el altar con un miembro de la familia real.
El padre de la princesa Eugenia, el príncipe Andrés, duque de York, ha declarado oficialmente que su futuro yerno seguirá siendo miembro del pueblo después de la boda, según recogía el diario The Mail on Sunday. Aunque no por ello, la hija mayor de los duques de York perderá el tratamiento de alteza real, como sí sucede con las princesas japonesas que eligen por marido a un plebeyo. “A Eugenia no le pueden importar menos los títulos y le hace perfectamente feliz ser la señora Brooksbank”, según un portavoz de los York que cita la misma publicación. Al fin y al cabo, Jack Brooksbank pertenece a una de las familias más ricas del Reino Unido.
De esta manera se desmienten los rumores de que la reina de Inglaterra, que tiene la costumbre de obsequiar a sus nietos que se casan con un título nobiliario, pensaba desempolvar el extinto título de conde de Northallerton para Jack Brooksbank. Al parecer, se trata de una tradición que sólo contempla a los nietos varones.
La hija mayor del príncipe Andrés y Sarah Ferguson se casará en la capilla de San Jorge del castillo de Windsor y paseará en carroza por las calles del lugar. A este enlace real también asomarán rostros conocidos, como la hija del cantante Robbie Williams, que será una de las damas de honor de la novia, e incluso puede que asista el actor George Clooney, que es socio de la marca para la que trabaja Brooksbank. La semana pasada, los novios anunciaron que invitarían al castillo a 1.200 representantes del pueblo británico, una idea que ya tuvieron Enrique y Meghan.
La reina de Inglaterra tiene la costumbre de obsequiar un título nobiliario a los nietos que se casan