Deconstrucción del ‘melting pot’
La sociedad estadounidense se distingue de otras por asumir como posible el éxito de las aspiraciones colectivas. Fijar un objetivo y elevarlo a mito. Uno de ellos es el melting pot. El crisol de culturas. Un concierto de identidades étnicas y culturales que debería proyectar la verdadera imagen de una sociedad mosaico. La idea se ha cuestionado por su derivada homogeneizadora y por su propia experiencia histórica. Estados Unidos: ese Shangri-la defendido con ferocidad excluyente por las sucesivas oleadas migratorias.
Ese trasfondo hace especialmente interesante el proyecto sobre la identidad que Enrico Casagrande y Daniela Nicoló (Motus) pusieron hace un año en marcha en colaboración con el elenco de The Great Jones Repertory Company, la compañía madre de una de las instituciones del teatro de vanguardia neoyorquino: La MaMa. Actores, actrices, bailarinas, pintores, ellos mismos hijas e hijos de parejas multiculturales. Personas que no encajan en los círculos cerrados de sus respectivas comunidades. Individuos únicos que han encontrado bajo el manto protector del arte –en un ambiente abierto a la heterodoxia– una forma de liberación y encaje.
El rasgo dramatúrgico más destacado de Panorama es la deconstrucción de la identidad personal y colectiva mediante la apropiación de las biografías. Vidas troceadas y narradas por terceros en entrevistas grabadas y en directo. Un juego que pone en alerta al espectador, empujado a reconstruir el rompecabezas de vidas cruzadas. Persecución fascinante por unas biografías cuya riqueza de mestizaje sólo es posible –paradójicamente– en Estados Unidos por su particular relato económico y bélico. Pero Casagrande y Nicoló no se limitan a poner en escena los mecanismos del teatro documental. Van más allá e integran en su discurso la relación natural que el intérprete tiene con otras identidades. Meterse en la piel del otro como profesión. Sumidos en una atmósfera catártica, esa circunstancia no queda confinada a la dimensión de la ficción. ¿Y si el anhelo es interpretar (ser) un terrorista?
Desde el punto de vista formal el montaje se desarrolla bajo el tecnófilo canon escénico y estético de Motus (interacción con la pantalla, presencia destacada de la música y los recursos tecnológicos, uso iconoclasta del concepto de la actuación). Una imagen de vanguardia compartida por La MaMa. Aunque hay diferencias, como el uso dramático-simbólico del desnudo. Vigente en la escena radical neoyorquina –aún deudora de las consignas de los sesenta del siglo pasado, años fundacionales de La MaMa–, pero superado por el teatro contemporáneo europeo. Ese vínculo cultural se hace presente en el escenario y le da a la pieza cierto tono vintaget.
La audiencia vive una persecución fascinante por unas biografías cuya riqueza de mestizaje sólo se da en EE.UU.