La Vanguardia

Mauricio, bienvenido­s al paraíso

- Texto: Redacción

Espectacul­ares playas en una remota y bella isla perdida en el océano Índico con

resorts exclusivos, naturaleza a raudales y joyas culturales. El Edén existe y está en la tropical Mauricio, situada a unos 900 kilómetros al este de Madagascar, un destino de ensueño para desconecta­r y celebrar la vida.

Cualquier viajero que pise la isla le daría la razón al escritor y trotamundo­s Mark Twain, quien la visitó en 1896 y quedó prendado por su belleza. "Mauricio se hizo primero, luego el cielo y el cielo fue copiado después de Mauricio", aseguró entonces. Y no se equivocó. Sus playas de arena blanca y aguas coralinas –como las de Mont Choisy, Belle Mare o Le Morne– se encuentran entre las mejores del mundo, y son visitadas por celebritie­s y miles de turistas que buscan exclusivid­ad más allá de un destino de sol y playa. De hecho, es fácil decidirse por Mauricio como lugar de vacaciones: el vuelo es directo y, sumado a su escasa diferencia horaria con España hace posible aprovechar el tiempo al máximo; no es necesario tomar precaucion­es sanitarias, lo que convierte isla Mauricio en un lugar ideal para que lo disfrutes con la familia al completo; y su carácter auténtico hacen de ella el destino perfecto para descubrir en pareja. ¿Quién se resistiría a caminar por sus kilométric­os arenales durante la baja mar?

HERMOSA NATURALEZA

En isla Mauricio –originada por

erupciones volcánicas hace millones de años– la naturaleza manda. Su vegetación cubre llamativas montañas y volcanes dormidos, donde las dunas están pintadas de colores imposibles y las cañadas y cascadas esperan al viajero para enmarcar una experienci­a memorable. La isla, frondosa y verde, destaca por sus parques botánicos y reservas naturales como Le Morne, la cascada de Chamarel

–el salto de agua más fotografia­do de la isla gracias a sus 83 metros de altura– y la anexa la Tierra de los Siete Colores. Otras visitas obligadas son el enorme jardín botánico de Pamplemous­ses, con sus célebres nenúfares gigantes, y los bosques tupidos del Black River Gorges National Park, con aves en peligro de extinción y grandes vistas desde sus senderos.

Si se quiere optar por la aventura esta siempre será una gran opción. La adrenalina estará garantizad­a al salir de excursión por pistas zigzaguean­tes o cuestas agotadoras que atraviesan montañas; hacer submarinis­mo en aguas irresistib­les; dominar el viento y las olas en una tabla de kitesurf; explorar cañones hipnóticos o descubrir el interior a caballo. Otro plan bien podría ser el de alquilar un catamarán o practicar cualquier deporte acuático imaginable, porque todos ellos tienen cabida en Mauricio: ¿Por qué no alquilar un catamarán y disfrutar de la laguna coralina? La mayoría de los hoteles te ofrecen esta actividad con la que te aseguras una visita a las cascadas, un rato de snorkel para ver la rica vida submarina de los arrecifes, gastronomí­a a bordo –no faltan la langosta, el pulpo o el pescado asado aderezado con salsas criollas o hindús– y algunas horas de baño.

LOS HOTELES MÁS EXCLUSIVOS

SOL, PLAYA, RELAX, GASTRONOMÍ­A, CULT URA, LUJO Y AVENT URA. EN LA ISLA CA BEN TODOS LOS ES TÍMULOS PARA SACIAR EL APETITO VIAJERO

A nadie le sorprende que Mauricio sea destino recurrente para lunas de miel: para ello existen hoteles que ofrecen la cota más alta de lujo, desde piscinas privadas a masajes en la habitación y cartas de almohadas, por no hablar de los sugerentes spas y, en este sentido, destacan los hoteles Beachcombe­r: el Hotel Le Mauricia Beachcombe­r Resort & Spa, resort familiar a poca distancia de la animada localidad de Grand Baie, uno de los principale­s centros turísticos con bares, discotecas y tiendas; el Hotel Trou aux Biches Beachcombe­r Golf, situado frente a una franja de playa de arena blanca, galardonad­a como la mejor del Índico, se trata del primer resort ecológico de la isla; el Hotel Beachcombe­r Le Canonnier, ideal para familias, está construido en un lugar histórico con vestigios de antiguas fortificac­iones; el Hotel Paradis Beachcombe­r Golf Resort & Spa, uno de los hoteles de lujo más elegantes de Mauricio, bordeado por una impresiona­nte laguna y por su espectacul­ar campo de golf de 18 hoyos; y el Hotel Shandrani Beachcombe­r Resort & Spa, situado en una remota zona al sur de Mauricio, es un acogedor resort de cinco estrellas con un animado entorno asentado en una recóndita península, bañada por la riqueza marina de Blue Bay Marine Park. Pero un alojamient­o de lujo tampoco está reñido con las experienci­as culturales, como descubrir el fascinante pasado colonial de Mauricio en sus mansiones o museos, acudir al mercado central de su capital Port

Louis, asistir a un festival hindú, visitar las plantacion­es de azúcar de caña o una restaurada villa criolla o, simplement­e, impregnars­e del ambiente de una aldea pintoresca. Con todo, de isla Mauricio nadie volverá decepciona­do. Es afortunada­mente imposible.

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Los kilómetros de playa de arena blanca con sus palmeras son una de las estampas típicas de esta sorprenden­te isla del Índico.

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