"La IA se está convirtiendo en el nuevo psicólogo”
Pablo Rodríguez analiza en su nuevo ensayo el presente y el futuro de la Inteligencia Artificial, las oportunidades y los grandes retos que ofrece esta tecnología que cada vez está más presente en nuestro día a día
"Hay una discusión sobre de quién son los datos y debería haber más transparencia, aunque ya hemos visto regulaciones a nivel global". Otros retos claves son el de la ética y el de los valores, “que serán importantes a la hora de entender qué es justo"
¿Y si lográsemos crear el mejor equipo de fútbol gracias a la inteligencia artificial? Ya está pasando. Lo cuenta Pablo Rodríguez en su libro Inteligencia artificial. Cómo cambiará el mundo (y tu vida), Deusto. Este doctor en informática y experto en tecnologías de internet afirma que “en los próximos años presenciaremos el desarrollo de nuevas tecnologías transformadoras, lo cual muy pronto hará posible que la gran mayoría de la humanidad experimente muchas cosas que hoy aún están limitadas al reducido grupo de los que tienen la capacidad inmensa de procesamiento de datos”.
Pablo Rodríguez, actualmente director ejecutivo de Telefónica Innovation Alpha, asegura que “la inteligencia artificial está afectando a todos los ámbitos de nuestra vida y a todo tipo de industrias". Y esto es así “por la velocidad a que está aumentando la computación de las máquinas; la cantidad de datos que se generan; y porque los algoritmos, las recetas que usan los ordenadores, cada vez son más eficaces. Y ocurre cada vez en ciclos más cortos, de modo que en los próximos 3 o 5 años se darán cambios que antes necesitaban de varias generaciones”.
Para Rodríguez, “este libro es el que me hubiera gustado leer hace 18 años porque da una visión clara de dónde estamos hoy en el mundo de la tecnología y lo que tenemos por delante, tanto en oportunidades como en retos”. En cuanto a las oportunidades, la IA ya se usa para el bien social: mejorar la calidad de vida, actuar en momentos de catástrofes, ayudar al desarrollo en países emergentes, para la gestión de los servicios humanitarios…. Mientras que los retos “nos llegan desde dos componentes, el principal es el control de los datos –que son los que hacen que la IA aprenda-. Hay una discusión sobre de quién son esos datos y debería haber más transparencia, aunque ya hemos visto regulaciones a nivel global, como la europea [la normativa GDPR que entró en vigor en mayo de 2018]". Otros retos claves son el de la ética y el de los valores, “que serán importantes a la hora de entender, en el mundo de la IA, qué es justo y evitar sesgos”.
Por el momento, los algoritmos ya están autocompletando nuestras frases en los motores de búsqueda, están modificando nuestro Twitter o Facebook “para que veamos una parte de la realidad u otra. Esto está bien porque los algoritmos nos ayudan a ahorrar tiempo pero a la vez puede ser nocivo porque no nos ofrecen ciertos puntos de vista que de- beríamos tener en cuenta para crear nuestras propias decisiones e impresiones”, afirma Rodríguez, para quien, de nuevo, la clave es “la transparencia para que la sociedad decida por sí misma qué es lo importante y para que entienda que cuando los algoritmos de inteligencia artificial se entrenen en un país determinado tendrán sesgos”.
Rodríguez pone como ejemplo una herramienta que usan los jueces en Estados Unidos que sugiere la condena de un reo basándose en su información personal, de su familia, de personas en casos similares… “El problema es que está entrenado con una base de datos sesgada y hace que la gente de color tenga más probabilidades de tener condenas más altas. Este sesgo es muy importante que lo tenga en cuenta el juez y esto solo pasará con más transparencia y responsabilidad”.
Pablo Rodríguez es cofundador del Data Transparency Lab, una ONG sobre privacidad creada hace cuatro años con el objetivo, precisamente, de dotar a internet de más transparencia. “Es una comunidad de personas de diferentes disciplinas que quieren ayudar a los usuarios de internet a entender mejor cómo pueden proteger su información y qué pasa cuando le das a un ‘me gusta’. Nuestro objetivo final es dar más control de los datos a los usuarios”. Un aspecto relevante porque “tus datos personales contienen tu alma. Los datos y la IA se están convirtiendo en el nuevo psicólogo”, escribe Rodríguez en su libro.
UNA IA MÁS INTELIGENTE
“A lo que me refiero es que la IA, los datos, suenan fríos pero tienen mucha calidez. Dejamos un rastro en internet que, si lo juntamos, sabe más de nosotros que nosotros mismos. Esto bien usado puede ayudarnos a crecer y a estar mejor en el día a día”, explica el experto de Telefónica que recuerda que la IA requiere de diferentes tipos de inteligencia: “Hoy en día, la IA se basa en un tipo de inteligencia que es la percepción, poder encontrar patrones dentro de grandes cantidades de datos. Pero hay otro tipo de propiedades como la analogía, el sentido común, el razonamiento, el lenguaje o la planificación que provocarán que la IA sea aún más inteligente”.
Otro reto de la IA es el futuro del trabajo, las nuevas tecnologías y la inteligencia artificial harán desaparecer tareas que no trabajos y deberemos reciclarnos. Según Rodríguez, "veremos aparecer nuevos trabajos en el futuro inmediato y el problema del presente es cómo ayudamos a la gente a reciclarse, a volver a formarse y cómo estructuramos un nuevo marco social para adaptarnos a esta gran revolución".