Programar también es un trabajo de mujeres El Java JBCN Conf quiso hacer énfasis en el papel de la mujeres en la industria de la programación
Se prevé que en 2020 las mujeres programadoras representen el 15-20% del total de trabajadores del sector. Para darles visibilidad, la cuarta edición del congreso de programación Java JBCN Conf reunió este junio en Barcelona a seis de las programadoras de software más importantes del mundo, como Mala Gupta, fundadora de eJavaGuru, Mercedes Wyss, CTO en la start-up Produactivity, y Anna Kurman, ingeniera en Ocado Technology.
Entre el equipo organizador del congreso está otra mujer, Adela Tort, que actualmente lidera un equipo y es programadora de Java. Trabaja en el sector desde hace 12 años y se decidió por la programación casi por casua- lidad. Tras el Bachillerato entró en la carrera de informática y allí se encontró con una tendencia que seguiría a lo largo de su trayectoria profesional: la escasa presencia de mujeres. “El primer año, de 50 alumnos, solo 10 éramos chicas, en segundo bajamos a cuatro y en el último año solo quedaba yo”, relata esta programadora. ¿Y a qué se debe? “No creo que sea por capacidad, sino que está relacionado con el entorno o la cultura. Las carreras técnicas siempre las relacionas con los chicos y, si no sabes de qué van, te entra menos curiosidad. Sin embargo, ahora en las escuelas programan niños y niñas, de modo que poco a poco irán desapareciendo estos prejuicios”.
Lo mismo le ocurrió en el trabajo, “la mayoría son chicos, también en las conferencias, aunque en los últimos años cada vez veo a más chicas. Ahora ver a una programadora no debería ser tan raro, pero hay que seguir picando piedra”.
Sus compañeros en la organización del Java JBCN Conf asienten. Nacho Cougil explica que, en general, “ahora ya no suena tan raro cuando dices que eres programador, no te ven como a un bicho raro con camiseta de AC/ DC”. Porque, según Adela Tort, “la gente no sabe bien qué haces pero gracias a los móviles y los ordenadores saben que detrás de una aplicación hay un programador. Conocen el resultado, pero ya saben que existimos y cuál es nuestra función”.
Por todo ello, hace cuatro años que Nacho, Adela y su compañero Jonathan Vila organizan el congreso de Java, que este año ha puesto énfasis en el papel de las mujeres. “En nuestro sector es evidente que la presencia de mujeres no es muy alta y en el congreso apostamos por ellas. No fue fácil. Hicimos un esfuerzo para explicar que cualquier persona que se dedique a programar puede dar conferencias”, relata Cougil.
Adela Tort, además de organizar el congreso pertenece al grupo Women Techmakers Barcelona, con 600 seguidoras: “Nos dedicamos a promover a las mujeres en el mundo de la tecnología, darles visibilidad. La premisa es que nuestras conferenciantes tienen que ser mujeres, porque la idea es potenciar su papel, mostrarlo y que ellas mismas aparquen el miedo a dar conferencias donde el público es, mayoritariamente, masculino. Porque a día de hoy, la mayoría de las mujeres no se atreven”, concluye Tort.