Segarra confirma que se estudia si las cintas de Corinna prueban algún delito
La fiscal general del Estado, María José Segarra, confirmó ayer que se está estudiando si las grabaciones de la conversación entre la examiga del rey Juan Carlos Corinna zu Sayn-Wittgenstein y el excomisario José Manuel Villarejo pueden tener trascendencia penal “para cualquier persona”. Segarra, en suma, no quiso señalar en ninguna dirección concreta sobre la relevancia de las cintas, que tienen un doble origen. La versión que la Fiscalía considera íntegra fue obtenida mediante un registro en el domicilio del también comisario Enrique García Castaño. Otras grabaciones, con transcripciones parciales, han sido publicadas por OK Diario y El Español. En las primeras, Corinna efectúa un encargo a Villarejo para la protección de un empresario que estaba siendo perseguido por la Agencia Tributaria.
La Fiscalía está comprobando hasta qué punto existe identidad entre las cintas publicadas y las intervenidas judicialmente al mencionado comisario. Y una vez verificada la autenticidad de las grabaciones, se tomarán las decisiones que se crean pertinentes sobre su posible valor como prueba o como mero indicio, y sobre su eventual uso en un procedimiento penal. De ahí que la fiscal general diga que se estudia si las grabaciones pueden tener trascendencia penal “para cualquier persona”. El hecho es, en este sentido, que Corinna afirma en esas grabaciones que el rey Juan Carlos tiene cuentas en Suiza y que la había utilizado como testaferro. Debería ser el juez Diego de Egea, que investiga a Villarejo y abrió una pieza separada que incluye el análisis de estas cintas, quien se dirigiera al Supremo si considerara que hay indicios delictivos que afectan a una persona aforada, condición que tiene el rey emérito. La Fiscalía, de momento, sólo estudia el caso, con la convicción expresada por Segarra de que la justicia cuenta “con todos los mecanismos necesarios” para afrontar el caso, sin avanzar criterio alguno.