España, país preferido por los traficantes de esclavas
España pide a Bruselas más ayudas para afrontar la creciente llegada de emigrantes. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, envió una carta al presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, solicitando “asistencia de emergencia adicional”, petición que está siendo examinada por el ejecutivo comunitario.
En concreto, se trata de ayuda financiera para costear los esfuerzos que suponen el aumento de las llegadas. El 2 de julio, Bruselas ya concedió 25,6 millones de euros para “mejorar la capacidad de recepción” para las llegadas en la costa sur española, Ceuta y Melilla, así como para facilitar los retornos. Además de la carta de Sánchez, el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, habló el viernes con el comisario de Migración, Dimitris Avramopoulos, que le reiteró su disposición a continuar apoyando a España.
La portavoz de la CE, Nastasha Bertaud, dijo que “la situación en el Mediterráneo no es nueva y hemos seguido muy de cerca estos acontecimientos”, para añadir que en el Consejo Europeo de junio, los líderes de la UE “fueron muy claros” a la hora de comprometerse a ayudar a España a afrontar este reto. En febrero, Frontex, la agencia europea de fronteras, ya advirtió de la tendencia al alza que se estaba registrando en las llegadas por el Mediterráneo Occidental, que contrastaba con el” descenso significativo” en las rutas Oriental y Central. La conclusión de Frontex fue que en este 2018 “la presión en las fronteras externas de la Unión Europea continuaría siendo elevada”. Y los datos de junio confirmaron las previsiones. Por primera vez, el Mediterráneo Oriental se convertía en la ruta migratoria más activa hacia Europa, con cerca de 6.400 llegadas ese mes.
La CE también confirmó que mantendrá el apoyo técnico y financiero a Marruecos. En este sentido, el pasado 6 de julio, destinó 55 millones de euros a Marruecos y Túnez para ayudarles en la gestión de sus fronteras.