La huelga se convierte en arma contra el Gobierno
Pablo Casado responsabiliza al Ejecutivo de Pedro Sánchez de la “parálisis” en plena temporada turística
La huelga de taxis, seguida de forma casi unánime en todas las ciudades españolas durante la jornada de ayer, se ha convertido en munición política para la oposición, tanto en Madrid, donde PP y Cs tratan de aprovechar la situación para golpear al Gobierno de Pedro Sánchez, como en Barcelona, donde la alcaldesa Ada Colau es señalada por algunas formaciones como la responsable directa de la crisis al promover el reglamento metropolitano que todas las asociaciones de taxistas de España han asumido como la solución a sus problemas. Ayer, sin ir más lejos, el presidente del PP, Pablo Casado, responsabilizó al Gobierno del PSOE de la situación de “parálisis” que sufren muchas ciudades españolas en plena temporada turística. En una interpretación muy parcial de las cosas, el dirigente del PP cargó contra los socialistas por “romper el consenso” al que, según el nuevo líder del PP, habían llegado el sector del taxi y el de las VTC con un Ejecutivo de Mariano Rajoy que dejó la situación “arreglada y consensuada”.
Tanto el PP como Ciudadanos han reclamado que el ministro José Luis Ábalos comparezca en el Congreso para dar explicaciones. El secretario general de los populares, Teodoro García Egea, afirmó que el Gobierno de Pedro Sánchez “se ha ido de vacaciones”, dejando a los españoles sumidos en “un caos sin precedentes”. Ciudadanos, por su parte, plantea que la comparecencia de Ábalos en la comisión de Fomeno sirva para consensuar una postura común con los grupos parlamentarios en torno a este conflicto no resuelto.
En Barcelona, aunque con distinta intensidad, la mayoría de grupos de la oposición señalan a la alcaldesa Colau. Ayer fue el concejal de Ciudadanos Santiago Alonso quien la acusó de “vender humo a los taxistas” con el reglamento aprobado por el Área Metropolitana para restringir las licencias de vehículos de transporte con conductor. Por su parte, el republicano Alfred Bosch pidió a Ada Colau que “se arremangue” y lidere la solución al conflicto.
Mientras tanto, el Síndic de Greuges, Rafael Ribó, ha decidido intervenir de oficio y supervisar la acción de las administraciones implicadas en la huelga de taxis que afecta al área metropolitana para velar por la compatibilidad de las protestas con el derecho a la libre circulación. El Síndic se ha dirigido ya al Ayuntamiento de Barcelona, al Àrea Metropolitana, a la Generalitat, a Fomento, al Tribunal Superior de Justícia de Catalunya y a la Delegación del Gobierno. Según Ribó, “hace falta una regulación clara y transparente de la libre competencia, respetuosa con los derechos de todas las partes implicadas”.