Constantino Chiwenga
La represión a tiros de la protesta postelectoral en Zimbabue causó seis muertos
VICEPRESIDENTE DE ZIMBABUE
El poderoso Chiwenga (61), general retirado, es a la vez ministro de Defensa y número dos del partido Zanu-FP. En él recae la responsabilidad de la represión a tiros de las protestas postelectorales, que causó seis muertos el miércoles.
Lo sucedido el miércoles en Harare ha dejado convencidos a muchos zimbabuos, y también a los analistas, de una cosa: el ejército, que en noviembre del 2017 echó a Robert Mugabe de una presidencia vitalicia, es quien manda de verdad en Zimbabue. Las tropas enviadas en apoyo de la policía causaron seis muertos (tres, en el acto, y tres, horas después a consecuencia de sus heridas) cuando reprimieron a tiros las protestas y disturbios por unas elecciones supuestamente fraudulentas. La oenegé de defensa de los derechos humanos Forum afirmó que sus miembros vieron cómo los soldados disparaban “indiscriminadamente” y golpeaban a personas que nada tenían que ver con los manifestantes.
“Ahora están mostrando su verdadero color. Pensamos que eran nuestros salvadores en noviembre –cuando la ciudadanía abrazaba a los soldados–, pero nos han engañado. Qué podemos hacer..., ellos controlan el país”, decía a la agencia Reuters un vendedor de periódicos. Su opinión coincidía con la de Piers Pigou, experto en Zimbabue del International Crisis Group: “El despliegue de tropas revela una verdad incómoda, ocho meses después de la expulsión de Mugabe el ejército sigue siendo la fuerza política dominante”. Esa fuerza se encarnaría en el actual vicepresidente y ministro de Defensa, Constantino Chiwenga, que además es vicepresidente del partido institucional Zanu-FP.
El Foreign Office decía ayer por la tarde que el embajador británico se había reunido con miembros del Gobierno y había “dejado claro que los militares deben ser retirados de las calles de Harare”. Gran Bretaña deseaba la caída de Mugabe, pero, según diversos analistas, sigue apostando por el Zanu, lo mismo que China, que envió observadores a las elecciones a invitación del Gobierno. El portavoz de Exteriores chino, Geng Shuang, dijo ayer que las elecciones del pasado lunes se habían desarrollado “ordenadamente”.
La Unión Europea, la Unión Africana, Estados Unidos y la Commonwealth condenaron el “uso excesivo de la fuerza”, pero el Gobierno hacía enteramente responsable de lo sucedido al partido de la oposición, el Movimiento por el Cambio Democrático (MCD), y dijo que no levantaría el despliegue armado “hasta que se acabe esta situación”. El portavoz gubernamental, Paul Mangwana, aseguraba que “no es del todo cierto que los manifestantes no estuvieran armados”.
El centro de Harare presentaba ayer una imagen inusual de calles vacías, tomadas por la policía. Las tiendas cerraron, y los vendedores ambulantes fueron expulsados. Pero al mismo tiempo, y con pocos testigos, ocurrían otras cosas. Por la mañana temprano, la policía irrumpió en la sede principal del MCD, requisó material y detuvo a 16 personas. El secretario general del partido, Douglas Mwonzora, decía poco antes del asalto que sospechaba que la policía iba a “plantar” pruebas falsas. La agencia Ap tuvo acceso a la orden de registro. En ella se decía que el líder del MCD y candidato presidencial, Nelson Chamisa, y otros miembros de su formación eran sospechosos de “posesión de armas peligrosas” y de “violencia pública”.
Nelson Chamisa acababa de visitar heridos en un hospital de Harare. “Se ha atacado a civiles desarmados –dijo–. ¿Es eso normal incluso en una república bananera?”.
La Comisión Electoral anuncia la victoria de Mnangagwa con un 50,8% del voto frente al 44,3% de Chamisa
Chamisa, de 40 años, llamó esta vez a la calma –a diferencia de la víspera– y afirmó que estaba claro que la victoria era suya porque los resultados de las presidenciales fueron los primeros en ser escrutados.
El lunes se celebraban también legislativas y elecciones a consejos locales. La Comisión Electoral sólo dio resultados de las legislativas, dando al Zanu-FP una holgada mayoría en el Parlamento, lo que provocó de inmediato las protestas porque eso hacía pensar que el presidente seguiría siendo Emmerson Mnangagwa, de 75 años y sucesor de Mugabe. Y, efectivamente, anoche la Comisión Electoral anunció la victoria de Mnangagwa con un 50,8% de los sufragios frente al 44,3% de Chamisa.
“El señor Mnangagwa sabe que ha perdido las elecciones –había dicho antes Chamisa–. Si las hubiera ganado, el resultado se habría anunciado hace tiempo, pero están tratando de masajear las cifras para tratar de dar resultados ficticios y falaces”. Preguntado sobre si acudiría a los tribunales, contestó que eso sería “entrar en la guarida del león” y “no vamos a ser alimento para los leones”.