“Me gusta husmear en la gran biblioteca de mi padre”
José Manuel Villegas (Barcelona, 1968) es uno de los arquitectos en la sombra de la construcción de Ciudadanos y de su salto a la política española. Este aboga estuvo en los inicios fundacionales del partido y desde el 2011 es la mano derecha de Albert Rivera.
El mes de agosto arranca con ecos de elecciones anticipadas en Catalunya y de un nuevo otoño caliente... Lamentablemente nos estamos acostumbrando a otoños demasiados calientes. Aguardamos expectantes a lo que pueda pasar en Catalunya. Nos asusta la actitud del Gobierno central. Pedro Sánchez, que llegó a la Moncloa gracias a los votos de Gabriel Rufián y Quim Torra, está envalentonando al independentismo.
El PSOE les acusa de entorpecer la vía de diálogo abierta… Es un grave error de los socialistas legitimar a aquellas personas que se han declarado en rebeldía ante las leyes que nos hemos dado entre todos. El Gobierno de Sánchez, en lugar de enfrentarse a los independentistas, los está legitimando. La política es diálogo, cierto, pero dentro del respeto al marco legal.
La irrupción de Sánchez y Casado en escena parece haber descolocado a Ciudadanos. De momento, los sondeos indican que pierden algo de apoyo…
Es cierto que se ha cambiado el paisaje, pero nuestros ejes, que son las grandes reformas, la defensa de la igualdad de todos españoles, la rebaja de impuestos, etcétera siguen ahí. Eso no cambia. El PSOE y el PP pueden mudar de cara, pero siguen siendo ese bipartidismo que nos condujo a los años de crisis.
Pese a este contexto político, ¿se irá de vacaciones?
Sí. En los últimos años, con la situación política tan caliente, y este no es una excepción, ha sido muy difícil programar viajes largos, así que estaré unos días en Almería con mis padres. También en el Maresme y, finalmente, con mi mujer, haremos una escapada en coche por Galicia y Portugal.
Tiene fama de buen lector. ¿Usted es de los que viajan cargados de libros o prefiere el libro electrónico?
Tengo un libro electrónico, no niego que no vaya bien por el espacio que te ahorras en casa, pero poco a poco lo he ido dejando. No me acabo de acostumbrar. Supongo que son muchos años disfrutando del tacto y el olor de los libros de papel.
¿Lecturas acumuladas de invierno?
Justo acabo de terminar El último encuentro, del húngaro Sándor Márai. Me faltan algunos episodios para terminar Sangre, sudor y paz, de Lorenzo Silva. El resto, improvisaré. Me gusta cuando voy a Almería, donde mi padre tiene una gran biblioteca, con ensayos y novela negra, husmear y buscar alguna lectura. Es una sensación muy agradable.
¿Otra afición veraniega y que sea confesable?
Yo era corredor antes de que se pusiera tan de moda. He corrido cuatro maratones y muchas medias maratones. Pero desde hace un tiempo, si le soy sincero, me cuesta mucho ponerme a ello. ¡No salgo ni a trotar! Este verano he de intentar recuperar la forma.