Una noche en La Almudaina
Los Reyes, junto a la reina Sofía, ofrecen una recepción a la sociedad civil balear
Medio millar de personas, la mayoría de ellas representantes de diferentes colectivos sociales, acudieron anoche a la convocatoria de los Reyes que, junto a la reina Sofía, ofrecieron la tradicional recepción de verano en el palacio de La Almudaina. Calor, abanicos, saludos y buena gastronomía en un encuentro que desde el 2014 sustituye a la cena a las autoridades baleares que durante más de treinta años se celebró en el mismo lugar con motivo de la estancia de la familia real en Mallorca.
En su primer verano como reyes, Felipe y Letizia optaron por cambiar la cena por una recepción más amplia a la que se invitó, además de a los representantes de las instituciones, a los de diferentes colectivos. Como en los cuatro años anteriores, ayer acudieron a la antigua residencia de los reyes de Mallorca autoridades baleares llegadas de todas las islas, un grupo minoritario entre el grueso de los invitados procedentes del mundo económico: organizaciones empresariales, mundo sindical, cámaras de comercio; del cultural: artistas, creadores, músicos, galeristas, escritores; de la enseñanza: rectores y decanos universitarios, directores de centros de enseñanza superior y los alumnos que han obtenido las mejores notas en la selectividad; presidentes de colegios profesionales; fuerzas de seguridad del Estado; personas galardonadas con las medallas de Oro de la comunidad y acreedores de los premios Ramon Llull; representantes de las diversas confesiones religiosas, de diferentes oenegés, fundaciones, colectivos sociales de ayuda a emigrantes, etcétera.
En total algo más de quinientas personas, rostros poco conocidos fuera de la islas pero que cumplían con la condición requerida de re- presentar a colectivos vitales en el tejido social, como los presidentes de los consejos reguladores de las denominaciones de origen: sobrasada, queso de Maó-Menorca, vinos de Benissalem, ensaimada o gin menorquín, los productos autóctonos de la gastronomía balear.
Francina Armengol (PSIB– PSOE), presidenta del Govern Balear, encabezó la línea de saludos. Faltó, como el año pasado, la segunda autoridad de las islas, Baltasar Baltí Picornell (Podemos), presidente del Parlamento, quien esta semana ha protagonizado un episodio digno del guion de Lost in traslation. Después de mantener una audiencia con el Rey en La Almudaina, Picornell aseguró que el jefe del Estado le había hablado de la necesidad de tender puentes con Catalunya, pero dos días después, a través de su página de Facebook, se desdijo de esas afirmaciones asegurando que su desconocimiento del castellano le había llevado a confundir los sujetos y que, en realidad, fue él y no el Rey quien se refirió a la situación en Catalunya. La cuestión es que Picornell anoche estuvo ausente de la recepción al igual que el alcalde de Palma, Antoni Noguera, de Mes, formación a la que también pertenece la tercera autoridad ausente, el presidente del Consell de Mallorca, Miquel Enseñat. También declinó la invitación el presidente de la Obra Cultural Balear, Josep de Luis Ferrer. Los que sí acudieron degustaron los platillos elaborados por el chef Santi Taura, un renovador de la comida tradicional mallorquina, propietario del restaurante homónimo ubicado en Lloseta.